Psicología

A veces fallamos en resolver un problema, no importa cuánto intentemos pensar lógicamente. Cuando el hemisferio izquierdo racional es impotente, el derecho creativo viene al rescate. Una de las formas más efectivas de trabajar con él es la terapia de cuentos de hadas. Qué tipo de método es y cómo ayuda a resolver un problema aparentemente irresoluble, dice la psicóloga Elena Mkrtychan.

En un principio, era la principal fuente de información, permitía transferir conocimientos sobre la vida, almacenar la historia. Luego se convirtió en una herramienta que ayuda a los niños a desarrollarse armónicamente, tanto mental como emocionalmente. En los cuentos de hadas, uno puede encontrar una explicación de las leyes físicas y los arquetipos de los personajes humanos, y todo tipo de conflictos y situaciones familiares, y tipos de comportamiento en ellos.

Si un niño se salta la etapa "fabulosa" de la educación, no se forma su propio algoritmo de vida y su actitud ante la vida comienza a verse influenciada por las actitudes de los adultos, a menudo subjetivas.

Los niños que no han leído cuentos de hadas están en el grupo de «riesgo». Al crecer, tratan de resolver cualquier problema de manera razonable, lógica, utilizando movimientos y técnicas estándar e ignorando el potencial intuitivo del hemisferio derecho, la capacidad de actuar de manera creativa, inspirada, por capricho. No viven, pero heroicamente superan algo todo el tiempo.

El hemisferio izquierdo busca una explicación para todo y no reconoce los milagros. Y la derecha los reconoce y los atrae.

No dan rienda suelta a la imaginación y, después de todo, todo lo que se puede pensar e imaginar se puede realizar. Y no en la imaginación, sino en la realidad. El hemisferio izquierdo busca una explicación para todo y no reconoce los milagros. Y el hemisferio derecho reconoce. Y, además, sabe cómo implementarlos e incluso llamar y atraer.

El hemisferio derecho opera con circunstancias ilógicas, tanto que el izquierdo no tiene tiempo para rastrearlo y arreglarlo. "¿Cómo lo hiciste?" — el hemisferio izquierdo racional está perplejo. «¡Por algún milagro!» — responde el de la derecha, aunque esto no explica nada. Es tanto más agradable encontrar los resultados “maravillosos” del trabajo del hemisferio derecho, explicables desde el punto de vista de la neurofisiología y la psicología.

¿Por qué escribir tu propia historia?

Cuando creamos un cuento de hadas de acuerdo con todas las reglas, con la ayuda de imágenes familiares desde la infancia, lanzamos el algoritmo de nuestro propio código de pensamiento, que utiliza nuestras fortalezas, todo nuestro potencial mental y emocional.

Este pensamiento nos es dado desde el nacimiento, está libre de estereotipos impuestos por la crianza, la lógica «adulta», las actitudes de los padres y las tradiciones. Al lanzar y usar este algoritmo en el futuro, aprendemos a salir de los callejones sin salida de la vida.

Recuerda: seguro que tú o tus amigos habéis caído alguna vez en un círculo vicioso. A pesar de todos los esfuerzos, la serie de fracasos no se detuvo, todo se repitió una y otra vez…

Un ejemplo clásico es cuando "tanto inteligente como hermoso" se queda solo. O, por ejemplo, todos los requisitos previos, la mente, la educación y el talento son evidentes, pero es imposible encontrar un trabajo adecuado. Y alguien accidentalmente está en el momento correcto en el lugar correcto, se encuentra con un compañero de clase en el pasillo, y la ayuda llega de un lado inesperado y sin mucho esfuerzo. ¿Por qué?

Esto puede significar que tendemos a complicar las cosas, a dejar entrar en nuestra vida personajes innecesarios, a hacer esfuerzos innecesarios.

Los que tienen mala suerte se quejan: “¡Estoy haciendo todo bien! ¡Estoy haciendo mi mejor!" Pero es solo que el "botón" necesario en el cerebro no está encendido, e incluso haciendo "todo está bien", nos perdemos algo, no lo presionamos y, como resultado, no obtenemos lo que queremos.

Si el problema no se resuelve a nivel de lógica, es hora de encender el hemisferio derecho. El cuento de hadas que hemos escrito revela los códigos, botones y palancas que utiliza el cerebro para superar obstáculos, resolver problemas, construir relaciones. Empezamos a ver más oportunidades, dejamos de perderlas, salimos de ese mismo círculo vicioso. Este algoritmo comienza a funcionar a un nivel inconsciente.

Marcamos el código y se abre la caja fuerte. Pero para esto, el código debe elegirse correctamente, el cuento de hadas se escribe de manera armoniosa, lógica, sin distorsión.

Es difícil hacer esto, especialmente la primera vez. De vez en cuando caemos en estereotipos, perdemos el hilo de la historia, encontramos personajes secundarios que no juegan un papel especial. Y también encendemos constantemente la lógica, tratamos de racionalizar lo que debería seguir siendo mágico.

Esto puede significar que en la vida real tendemos a reflexionar demasiado, complicar todo, dejar entrar en nuestra vida personajes innecesarios y hacer esfuerzos innecesarios.

Pero cuando el cuento de hadas revela todo esto, ya es posible trabajar con ello.

Escribir un cuento de hadas: instrucciones para adultos.

1. Inventa una trama de cuento de hadas, cuyas vicisitudes serán claras para un niño de 5-6 años.

Esta es la edad en que aún no se ha formado el pensamiento abstracto, el niño percibe información sobre el mundo a través de imágenes visuales. Y están mejor representados en los cuentos de hadas, gracias a los cuales se forma una especie de "banco" de situaciones de la vida, una imagen integral del mundo.

2. Comienza con una frase clásica (“Érase una vez…”, “En cierto reino, en cierto estado”), respondiendo a la pregunta de quiénes son los personajes del cuento.

3. Mantén tus personajes simples: deben ser representantes del bien o del mal.

4. Sigue la lógica del desarrollo de la trama y relaciones causales. Cuando se hace el mal en un cuento de hadas, debe quedar claro quién, cómo y por qué lo hace. La armonía lógica de la trama corresponde a la armonía de nuestras operaciones mentales. Y habiéndolo conseguido, alcanzaremos nuestros objetivos de vida.

5. Recuerdaque uno de los motores principales de la trama de un cuento de hadas es la magia, un milagro. No olvide usar movimientos de trama ilógicos, irracionales y fabulosos: "de repente, una cabaña surgió del suelo", "agitó su varita mágica, y el príncipe cobró vida". Usa objetos mágicos: pelota, peine, espejo.

Si un niño escuchara tu cuento de hadas, ¿soportaría este montón de detalles? No, se aburriría y saldría corriendo.

6. Sostenga una imagen frente a sus ojos. Al contar una historia, asegúrese de que cada momento se pueda representar como una imagen vívida. Sin abstracción, solo detalles. “La princesa quedó impresionada” es abstracto, “la princesa no cayó ni viva ni muerta” es visual.

7. No compliques ni alargues la trama. Si un niño escuchara tu cuento de hadas, ¿soportaría todo este montón de detalles? No, se aburriría y saldría corriendo. Trate de mantener su atención.

8. Termina la historia con una frase rítmica clásica, pero no por la conclusión y no por la moraleja de lo dicho, sino por un “tapón” que tapona la narración: “Este es el final del cuento de hadas, pero quién escuchó…”, “Y vivieron felices para siempre."

9. Dale un título a la historia. Incluya los nombres de personajes o los nombres de objetos específicos, pero no conceptos abstractos. No «Sobre el amor y la fidelidad», sino «Sobre la reina blanca y la flor negra».

En el proceso de escribir un cuento de hadas, es importante centrarse en las sensaciones corporales. ¿Empiezas a tener náuseas? Entonces, el pensamiento se confundió, se fue a un lado. Debemos volver al punto de partida y buscar donde se produjo el fallo. Atrapó la inspiración, la adrenalina “jugó”, ¿se sonrojó? Estás en el camino correcto.

Si no nace su propia trama, puede tomar como base una de las muchas existentes; querrá realizar cambios en ella.

¡Y deja que un cuento de hadas con final feliz sea tu primer paso hacia una vida feliz!

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