Feng shui: una forma de vida para las familias

Los principios del feng shui

La idea del feng shui: crear condiciones óptimas de salud, bienestar y felicidad jugando con los diversos componentes de un entorno, como la disposición de los muebles o el color de las paredes.

Su práctica se basa en un principio básico: la libre circulación del Qi (o Chi), una energía vital que debe poder moverse suavemente en tu interior para ser positiva. También se basa en la teoría del yin y el yang, dos fuerzas contradictorias cuyo equilibrio determina la calidad del Qi.

Los chinos todavía se refieren hoy en día al feng shui, literalmente "viento y agua", para diseñar sus ciudades y construir sus casas, especialmente al abrigo del viento ("feng", que dispersa el Qi) y del agua dulce ("shui", que lo concentra ).

Feng shui o el arte de arreglar tu hogar

Primer paso: limpieza. Quitar el polvo, lavar, desengrasar y sobre todo ventilar te permite renovar la energía de tu hogar. Entonces es necesario poner orden porque el desorden hace que el Qi se estanque.

Para un interior de feng shui, prefiera muebles con formas redondeadas, sinónimo de bienestar y comodidad. Deshazte de lo superfluo. Lo ideal: habitaciones que no sean ni demasiado sencillas ni demasiado concurridas.

En la sala de estar, nunca coloques sillones y sofás de espaldas a la puerta para no obstruir el flujo de Qi. Asimismo, en el dormitorio, la cama nunca se coloca entre la puerta y la ventana, sino lo más lejos posible de estas dos salidas. En la cocina, cuelgue tantos utensilios como sea posible y asegúrese de que sus encimeras estén despejadas. El baño y el inodoro se consideran lugares de donde se escapan las buenas energías. Por tanto, es necesario mantener la puerta siempre cerrada y la tapa del inodoro bajada. En la guardería, la cabecera debe estar apoyada contra una pared para que el niño se sienta seguro.

Para un resultado armonioso, considere equilibrar los diferentes materiales (muebles y accesorios en madera o metal, en lugar de yang, junto a cortinas, cojines o alfombras, en lugar de yin), así como las formas, por ejemplo, colocando un objeto cuadrado en una ronda. mesa.

Feng shui: los efectos del color

Según los colores, la luz varía cambiando el flujo de Qi, lo que afecta nuestra forma de percibir las cosas. Cuanto más vivo sea un color, más yang será y energizará la energía que te rodea. Por lo tanto, los colores cálidos y brillantes como el rojo, el naranja y el amarillo deben reservarse para espacios muy concurridos y agradables como la cocina y el comedor.

Por el contrario, los colores suaves y pálidos se asocian con el yin y la serenidad. Así que prefiera el azul claro, verde, rosa y beige para el dormitorio o la sala de estar.

La iluminación también es importante. Qi se estanca en un ambiente oscuro y taciturno. Así que asegúrese de que cada habitación esté bien iluminada para influir positivamente en su moral. Y privilegia siempre la luz más parecida a la del día.

Feng shui en la oficina

Los principios del feng shui aplicados en su lugar de trabajo pueden ayudarlo a remediar el factor de estrés y mejorar su desempeño.

Comienza por eliminar los obstáculos que bloquean el acceso a tu oficina y te hacen sentir como una pelea constante cada vez que te unes a ella. En cuanto a la distribución de su espacio de trabajo, evite que su asiento se coloque de espaldas a la puerta o ventana para no sentirse vulnerable y ansioso.

Si la habitación está abarrotada, use un espejo para agrandar el espacio y ayudar a que fluya la energía.

Los ángulos que sobresalen de los escritorios rectangulares crean flechas agresivas. Escóndelos con una planta, lámpara o accesorio decorativo.

Para evitar el desorden, organiza, almacena, etiqueta y reemplaza los post-it con un bloc de notas o libreta, mucho más práctico.

Feng shui en el plato

El feng shui concierne a las energías que nos rodean, pero también a las que nos constituyen. Por tanto, también se practica en el plato eligiendo los alimentos según su personalidad para armonizar las energías yin y yang.

Si eres paciente, discreto, tranquilo, codicioso y regordete, tu temperamento es yin. En su lugar, coma yang: carne roja, pescado graso, huevos, té, café, arroz integral, chocolate amargo o incluso frutas secas.

Voluntaria, impulsiva, dinámica, delgada y musculosa, eres yang. Consume ingredientes yin como azúcar, miel, leche, pan blanco, cereales, patatas, así como frutas y verduras que contengan mucha agua.

Finalmente, sepa que se debe evitar cocinar en el microondas: los rayos del dispositivo anulan las energías de la comida.

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