Formando hábitos creativos.

La primavera es el momento perfecto para un nuevo comienzo, incluidos nuevos hábitos. Muchos estarán de acuerdo en que el nuevo año realmente comienza solo en la primavera, cuando la naturaleza vuelve a la vida y el sol se está calentando.

Los más comunes son: encender instintivamente la luz al entrar en una habitación, usar ciertas palabras al hablar, mirar a ambos lados de la calle al cruzar la calle, usar la pantalla del teléfono como espejo. Pero también hay una serie de patrones de comportamiento menos inocuos de los que a menudo queremos deshacernos.

El cerebro es capaz de cambiar, adaptar y reorganizar las vías neuronales en respuesta a los cambios en el entorno y las situaciones. Para ser científicamente exactos, esto se llama “neuroplasticidad cerebral”. Esta maravillosa habilidad puede usarse a nuestro favor: la formación de nuevos hábitos. En otras palabras, formar y mantener hábitos creativos que funcionen para nosotros es eminentemente alcanzable.

Vienen en diferentes formas y variaciones. Alguien quiere reemplazar un mal hábito con algo más fructífero, alguien se está moviendo desde cero. Es importante determinar qué cambio quieres ver en ti mismo, para estar preparado y motivado. ¡Sé honesto contigo mismo y entiende que todo es posible!

Tener una imagen precisa de su intención lo ayudará a atravesar el camino, a veces difícil, para formar un nuevo comportamiento. Además, si estás tratando de eliminar un hábito existente, siempre ten en cuenta los indeseables que trae a tu vida.

Como dice la famosa cita de Aristóteles: Cuando un niño aprende a tocar un instrumento musical, como la guitarra, estudiando mucho y sin desviarse de las clases, su habilidad alcanza un alto nivel. Lo mismo sucede con un atleta, un científico, un ingeniero e incluso un artista. Es importante recordar que el cerebro es una máquina altamente adaptable y flexible. El cambio siempre depende de la cantidad de esfuerzo y tiempo dedicado a lograr el resultado. La misma historia sucede con el cerebro al formar nuevos hábitos.

¿Cómo te dice tu cuerpo que estás a punto de recaer en viejos patrones de comportamiento? ¿Quién y qué situaciones te hacen más susceptible a una recaída? Por ejemplo, tiendes a comer una barra de chocolate o donas grasientas cuando estás estresado. En este caso, debes trabajar la conciencia en el momento en que te vencen las ganas de abrir el armario y toparte con ese mismo moño.

Según un artículo publicado por la Universidad Internacional de Florida, se necesitan 21 días para romper un viejo hábito y crear uno nuevo. Un período de tiempo muy real, sujeto a la estrategia adecuada. Sí, habrá muchos momentos en los que quieras rendirte, quizás estés al borde. Recuerda: .

Mantenerse motivado puede ser una tarea desalentadora. Lo más probable es que incluso comience a caer dentro de tres semanas. Sin embargo, la situación no es desesperada. Para mantenerte motivado para continuar, imagina disfrutar los frutos de tus esfuerzos: el nuevo tú, sin que los viejos hábitos te desanimen. Trate de encontrar el apoyo de amigos y familiares.

Como resultado de la investigación del cerebro, se ha demostrado que las posibilidades del cerebro humano son enormes, independientemente de la edad y el género. Incluso una persona muy enferma tiene el potencial de recuperarse, sin mencionar... ¡reemplazar viejos hábitos por otros nuevos! Todo es posible con la voluntad y el deseo. ¡Y la primavera es el mejor momento para esto!  

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