Quedar embarazada a los 30: testifica

A los 30 años

Léa, 34, madre de Anna, 5, y Elie, 3.

“Hicimos una lista de todas las cosas que queríamos hacer antes de ser padres. "

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Estoy en la media francesa, tuve a mi hija a los 28 y a mi hijo a los 30. Siempre quise tener hijos, pero no se trataba de hacerlos con el primero en llegar, necesitaba un gran padre. Una vez que se encontró el “espécimen”, estuvimos de acuerdo en el hecho de que no queríamos tomar atajos, queríamos experimentar cosas juntos antes de formar una familia. Hicimos una lista de todas las cosas que queríamos hacer antes de ser padres: ir a la Ópera, Nueva York, las Maldivas… Cuando dejé la píldora, no me arrepiento. 28 años, todavía es joven para ser madre, fui la primera de todas mis novias. Para mí era importante tener a mis hijos no demasiado tarde, porque mi madre me tuvo a los 36 y, en la infancia, a veces me molestaba. Mi primer embarazo fue muy bien, estaba en la luna. Pero cuando nació mi hija, recuerdo que me sentí abrumado. Qué suerte poder quedarme cinco días en la sala de maternidad, que la comadrona me está mimando… Si hubiera tenido este bebé a los 25, me hubiera faltado la madurez para enfrentar este tsunami emocional. Luego nació mi hijo dos años después. Para mis dos hijos, paré cada nueve meses y soy consciente de que ha frenado mi carrera. No podemos tenerlo todo. Estar con mis bebés era mi prioridad en este momento y no me arrepiento, pero dos bajas parentales en dos años no es lo ideal para el desarrollo profesional.

Hoy estoy separado del papá. Creo que el transcurso del segundo fue más difícil para él que para mí. Sin embargo, estoy muy feliz de tener a mis dos hijos, ellos son los que me dan ganas de levantarme cada mañana. Cuando eres una madre soltera, las prioridades cambian. Ahora me concentro en mi trabajo. " 

La opinión del psiquiatra

La gente suele pensar que sus XNUMX son el mejor momento para tener hijos. En realidad, en mis pacientes, paradójicamente, noto que hay muchas preguntas y ansiedad en este momento de la vida. A los 30, el embarazo suele ser el resultado de la planificación, como nos dice Léa. Se tomó su tiempo, esperó a encontrar al padre ideal, se aprovechó con su esposo. Recuerda sentirse incómoda por la edad de su madre. No pasa nada al azar, siempre hay algo inconsciente que sube, ya sea a nivel de edad o a elección de la pareja. Las mujeres jóvenes de hoy están formateadas a la perfección y el más mínimo contratiempo es muy difícil de sobrellevar. Quieren triunfar en su profesión, encontrar al padre adecuado, están en un frenesí, arrancados por todos lados por una sociedad que los exige cada vez más. Esta carrera por el rendimiento puede generar dificultades, especialmente en la pareja. Léa también evoca la dificultad de triunfar profesionalmente cuando tienes bebés cercanos. Ella está en lo correcto. Es cruel notar que a una edad en la que uno realmente puede comenzar a ser tomado en serio, o la carrera de uno realmente puede despegar, el ascenso se detiene inevitablemente con la maternidad. En otros países, este no es el caso.

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