Sofocos

Sofocos

¿Cómo reconoces los sofocos?

Los sofocos son más comunes en mujeres que en hombres. Son un trastorno físico y pueden volverse realmente molestos a diario.

A veces llamados "sudores nocturnos" o simplemente "sudoración", los sofocos provocan una sensación de calor repentino y transitorio en la cara y el cuello. Suelen ir acompañadas de sudoración y escalofríos. Los sofocos se deben principalmente a un desequilibrio hormonal y ocurren principalmente por la noche, de manera incontrolable y variable.

¿Cuáles son las causas de los sofocos?

Las causas de los sofocos son principalmente hormonales:

  • Pueden ser causados ​​en gran parte por la menopausia, que conduce a trastornos hormonales. Los estrógenos (= hormonas ováricas), que intervienen en la regulación de la temperatura corporal, disminuyen e influyen en este mecanismo regulador. La menopausia es un fenómeno que aparece en mujeres de entre 45 y 55 años.
  • La histerectomía (= extirpación de los ovarios) provoca los mismos cambios hormonales que durante la menopausia y, por tanto, puede ser la causa de los sofocos.
  • El embarazo también induce cambios hormonales que pueden causar la dilatación de pequeños vasos sanguíneos debajo de la piel, es decir, sofocos.
  • El hipertiroidismo también puede provocar sudoración. En este caso concreto, la tiroides (= pequeña glándula ubicada en la base del cuello que secreta hormonas esenciales para el buen funcionamiento del organismo) “trabaja” en exceso lo que conduce a una sobreproducción de calor.
  • La hipoglucemia también puede provocar un desequilibrio hormonal que provoca sofocos. El nivel de azúcar en sangre disminuye y el organismo segrega una sustancia que aumenta la sudoración para contrarrestar la falta de azúcar.
  • En el cáncer de mama, la quimioterapia y la terapia antiestrógeno pueden provocar una menopausia precoz acompañada de sofocos.
  • El hombre también puede verse afectado por este problema en el momento de la andropausia (= descenso del nivel de testosterona).

Además de las razones hormonales, los sofocos pueden ocurrir en caso de alergias, intolerancias alimentarias, mala alimentación y estilo de vida (comidas picantes, cafeína, alcohol, sal, tabaco, etc.) o en caso de estrés.

¿Cuáles son las consecuencias de los sofocos?

Los sudores nocturnos afectan la calidad del sueño y pueden provocar estrés, fatiga, exceso de trabajo, etc. También provocarían una sensación de vergüenza cuando el fenómeno se produce en la sociedad.

Después de un sofoco, el enfriamiento se puede sentir repentinamente, causando incomodidad en la diferencia de temperatura que se siente. En casos raros, puede haber hipotermia (por debajo de 35 °) o fiebre (por encima de 38 °).

¿Qué soluciones para aliviar los sofocos?

Existen varias soluciones simples para prevenir o aliviar los sofocos. Es recomendable practicar actividad física de forma regular, para evitar el consumo excesivo de alcohol, para evitar las comidas demasiado picantes o para aprender a relajarse.

Algunos tratamientos pueden ser recetados por un médico en caso de sofocos debido a un desequilibrio hormonal. La acupuntura, la homeopatía, la fitoterapia o incluso la meditación también son métodos recomendados para luchar contra la sudoración.

Los sofocos pueden deberse a intolerancia a los alimentos u otras enfermedades como el hipertiroidismo. En estos casos, recuerde contactar a su médico.

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