Psicología

En parejas con temperamentos diferentes, puede ser difícil lograr el entendimiento mutuo. Cuando los socios comienzan a vivir juntos, las diferencias en el ritmo de vida y los gustos pueden estropear la relación. ¿Cómo evitarlo? Consejos de Sophia Dembling, autora del popular libro The Introvert Way.

1. Negociar límites

Los introvertidos aman los límites (aunque no lo admitan). Se sienten cómodos solo en un espacio familiar bien dominado. Esto se aplica tanto a las cosas como a los rituales. “¿Me estás quitando los auriculares otra vez? ¿Por qué reorganizaste mi silla? Limpiaste tu habitación, pero ahora no puedo encontrar nada.» Las acciones que le parecen naturales pueden ser percibidas por su pareja introvertida como una intrusión.

“Es bueno cuando una pareja más abierta respeta el espacio personal del otro”, dice Sophia Dembling. Pero eso no significa que debas olvidarte de ti mismo. Como en otras situaciones, el compromiso es importante aquí. Tómese el tiempo para hablar sobre qué tipo de entorno se siente cómodo para cada uno de ustedes. Anota los momentos en los que tienes un malentendido, no para mostrarle a tu pareja una «factura», sino para analizarlos y entender cómo evitar conflictos.

2. No te tomes las reacciones de tu pareja como algo personal

Oleg habla con entusiasmo sobre sus ideas sobre cómo pasar el fin de semana. Pero Katya parece no escucharlo: responde con monosílabos, habla en un tono indiferente. Oleg comienza a pensar: “¿Qué le pasa? ¿Es por mi culpa? Una vez más ella está descontenta con algo. Probablemente piensa que yo solo pienso en entretenimiento.

“Los introvertidos pueden parecer tristes o enojados. Pero eso no significa que estén realmente enojados o tristes.»

“Los introvertidos pueden encerrarse en sí mismos para concentrarse, pensar en un pensamiento importante o procesar impresiones”, explica Sophia Dembling. – En esos momentos pueden parecer tristes, insatisfechos o enojados. Pero esto no significa que estén realmente enojados o tristes. Las emociones de los introvertidos no siempre son obvias y necesitarás más sensibilidad para reconocerlas.

3. Entrénate para hacer preguntas

Uno de los sesgos cognitivos comunes de los introvertidos es la creencia de que los demás ven y entienden lo que ellos ven y entienden. Por ejemplo, un introvertido puede quedarse hasta tarde en el trabajo y no pensar en advertir a su pareja sobre esto. O ir a otra ciudad sin decir nada. Tales acciones pueden irritar y causar una sensación de molestia: "¿No entiende que estoy preocupado?"

“Una estrategia útil aquí es preguntar y escuchar”, dice Sofia Dembling. ¿Qué le preocupa a tu pareja en este momento? ¿Qué le gustaría discutir? ¿Qué le gustaría compartir? Transmítale a su pareja que su comunicación es una zona segura donde no necesita defenderse y elija cuidadosamente sus palabras.

4. Elige los momentos adecuados para hablar

Los introvertidos tienen la reputación de ser tontos. Puede ser difícil para ellos formular inmediatamente su pensamiento, responder rápidamente a su pregunta oa una nueva idea. Si quieres hablar de algo importante, pregúntale a tu pareja cuándo le conviene hacerlo. Establezca un tiempo regular para discutir planes, problemas y pensamientos sobre su vida juntos.

“Para una persona introvertida, una pareja activa puede ser muy útil”.

“Para una persona introvertida, una pareja activa puede ser muy útil cuando se trata de tener que tomar una decisión difícil o cambiar algo de uno mismo”, señala Sophia Dembling. – Uno de mis ejemplos favoritos del libro es la historia de Kristen, quien está acostumbrada a “barrer debajo de la alfombra” todas las dificultades asociadas con las relaciones. Pero se casó con un hombre muy activo que cada vez la animaba a actuar, y ella le estaba agradecida.

5. Recuerda: introvertido no significa ajeno

Anton se enteró de que Olga fue a clases de baile sin decirle nada. Ante su descontento, ella trató de justificarse: “Bueno, hay mucha gente ahí, música alta. No te gusta esto.» Esta situación es bastante típica de parejas con diferentes temperamentos. Al principio, los socios intentan cambiarse entre sí. Pero luego se cansan y caen en el otro extremo: «cada uno por su cuenta».

“Tu pareja bien puede disfrutar pasar tiempo con amigos o ir a conciertos contigo”, dice Sofia Dembling. “Pero para él, la cuestión del “cómo” puede ser más importante que el “qué”. Por ejemplo, no le gustan los bailes latinos incendiarios, pero responde con entusiasmo a la oferta de aprender a bailar el vals, donde los movimientos son refinados y gráciles. Casi siempre puede encontrar una tercera opción que se adapte a ambos. Pero para esto es necesario estar en contacto entre sí y no ver las relaciones como un corredor sin fin con puertas cerradas.

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