Comida tardía: ¿es malo comer de noche?

Recientemente, se ha generalizado la creencia de que la hora de comer no importa, solo importa el número total de calorías consumidas por día. Pero no olvides que los alimentos ingeridos durante el día no son digeridos por el organismo de la misma forma que los snacks nocturnos.

Calorías que ingresan al cuerpo por la noche, por regla general. Vale la pena pensar en esto para aquellos que posponen la comida principal para la noche y para aquellos que trabajan en el turno de noche. Después de una comida copiosa, la persona se siente atraída por el sueño. Pero dormir con el estómago lleno es un mal hábito. El sueño será pesado y por la mañana te sentirás letárgico y abrumado. Esto se debe a que el cuerpo trabaja por la noche con los alimentos digeridos.

Ayurveda y la medicina china hablan de lo que sucede a última hora de la tarde y a primera hora de la mañana. Este no es el momento adecuado para estresar sus órganos. La energía necesaria para la autocuración se gasta en la digestión de los alimentos.

La investigación realizada por el Dr. Louis J. Arrone, director del programa de control de peso del Centro Médico Weill Cornell, ha demostrado que las personas comen mucho más en la cena que en el almuerzo. Además, se ha encontrado una relación entre una comida copiosa y un aumento de los niveles de triglicéridos, lo que se traduce en diabetes, síndrome metabólico y exceso de peso.

Los niveles altos de triglicéridos hacen que el cuerpo piense eso. Una gran comida tardía informa a los órganos que se espera una escasez de alimentos en un futuro próximo.

Algunas personas pueden comer alimentos saludables durante todo el día, pero por la noche pierden el control y engullen alimentos grasos o dulces. ¿Por qué está pasando esto? No te olvides del componente emocional. El cansancio acumulado durante el día, el estrés, el malestar emocional nos hacen abrir una y otra vez la nevera.

Para evitar comer en exceso durante la noche y mejorar el sueño, se recomiendan caminatas nocturnas tranquilas, baños con aceites esenciales, un mínimo de luz y aparatos electrónicos antes de acostarse. Asegúrese de tener golosinas saludables a mano: frutas, nueces, si los antojos de comida son especialmente fuertes en la noche. Y entonces las pesadillas con el estómago lleno serán cosa del pasado.

 

 

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