Psicología

Creemos que sin el amor romántico la vida no tiene sentido, porque es la cura de todas las enfermedades, la solución de todos los problemas, el motor de la vida. Pero esto es discutible.

En 1967, John Lennon escribió un himno de amor: la canción All You Need is Love («Todo lo que necesitas es amor»). Por cierto, golpeó a sus esposas, no se preocupó por el niño, hizo comentarios antisemitas y homofóbicos sobre su gerente, y una vez estuvo desnudo en la cama bajo las lentes de las cámaras de televisión durante todo un día.

35 años después, Trent Reznor de Nine Inch Nails escribió la canción «Love is Not Enough». Reznor, a pesar de su notoriedad, pudo superar su adicción a las drogas y al alcohol y sacrificó su carrera musical para pasar más tiempo con su esposa e hijos.

Uno de estos hombres tenía una idea clara y realista del amor, el otro no. Un amor idealizado, el otro no. Uno puede haber sufrido de narcisismo, el otro puede que no.

Si el amor resuelve todos los problemas, ¿por qué preocuparse por el resto? ¿Todavía tiene que resolverse de alguna manera?

Si, como Lennon, creemos que el amor es suficiente, entonces tendemos a ignorar valores tan fundamentales como el respeto, la decencia y la lealtad hacia aquellos a quienes hemos “domado”. Después de todo, si el amor resuelve todos los problemas, ¿por qué preocuparse por el resto? ¿Todavía tiene que resolverse de alguna manera?

Y si bien estamos de acuerdo con Reznor en que el amor por sí solo no es suficiente, reconocemos que las relaciones saludables requieren más que emociones y pasiones intensas. Entendemos que hay algo más importante que la fiebre del enamoramiento, y la felicidad en el matrimonio depende en última instancia de muchos otros factores que no se filman ni se cantan.

Aquí hay tres verdades.

1. EL AMOR NO SE EQUIVALA A LA COMPATIBILIDAD

El hecho de que te hayas enamorado no significa que la persona sea adecuada para ti. Las personas se enamoran de aquellos que no solo no comparten sus intereses, sino que pueden destruir sus vidas. Pero la creencia de que la «química» existente es lo principal hace despreciar la voz de la razón. Sí, es alcohólico y gasta todo su dinero (y el tuyo) en el casino, pero esto es amor y deben estar juntos a toda costa.

Al elegir un compañero de vida, escuche no solo las sensaciones de mariposas revoloteando en su estómago, de lo contrario, tarde o temprano llegarán tiempos difíciles.

2. EL AMOR NO SOLUCIONA LOS PROBLEMAS DE LA VIDA

Mi primera novia y yo estábamos locamente enamorados. Vivíamos en diferentes ciudades, nuestros padres estaban enemistados, no teníamos dinero y discutíamos constantemente por tonterías, pero cada vez encontrábamos consuelo en confesiones apasionadas, porque el amor era un regalo raro y creíamos que tarde o temprano ella ganaría.

Aunque el amor ayuda a percibir los problemas de la vida con optimismo, no los resuelve.

Sin embargo, esto era una ilusión. Nada cambió, los escándalos continuaron, sufrimos la incapacidad de vernos. Las conversaciones telefónicas duraron horas, pero tenían poco sentido. Tres años de tormento terminaron en una ruptura. La lección que aprendí de esto es que, si bien el amor puede ayudarte a ser optimista sobre los problemas de la vida, no los resuelve. Una relación feliz requiere una base estable.

3. Los sacrificios por amor rara vez se justifican.

De vez en cuando, cualquier pareja sacrifica deseos, necesidades y tiempo. Pero si por amor tienes que sacrificar la autoestima, la ambición o incluso una vocación, empieza a destruirte por dentro. Las relaciones íntimas deben complementar nuestra individualidad.

Podrás tener lugar en el amor solo si algo más importante que este sentimiento aparece en tu vida. El amor es mágico, una experiencia maravillosa, pero como cualquier otra, esta experiencia puede ser positiva y negativa y no debe definir quiénes somos ni por qué estamos aquí. La pasión que todo lo consume no debería convertirte en tu propia sombra. Porque cuando esto sucede, te pierdes a ti mismo y al amor.


Sobre el autor: Mark Manson es bloguero.

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