Cerebros masculinos y femeninos: ¿cuáles son las diferencias?

Cerebros masculinos y femeninos: ¿cuáles son las diferencias?

Cerebros masculinos y femeninos: ¿cuáles son las diferencias?

Plasticidad cerebral: el cerebro moldeado por el entorno

Todos tenemos cerebros diferentes: el tamaño, la forma y la forma de funcionar varían enormemente de una persona a otra. ¿Esta variabilidad es innata o adquirida? Esta pregunta ha sido durante mucho tiempo un enigma, pero hoy, los avances en neurobiología nos permiten responderla al menos parcialmente. Cuando nace un bebé recién nacido, su cerebro tiene casi 100 mil millones de neuronas. El stock ya no aumentará, pero la fabricación del cerebro está lejos de terminar por todo eso: solo se forma el 10% de las conexiones entre neuronas.

Estimulación ambiental

El resto de estos circuitos neuronales resultan de estímulos ambientales, tanto “internos” (efecto de hormonas, alimentos, enfermedades contraídas) como “externos” (aprendizaje, interacciones sociales, entorno cultural, etc.). Son las nuevas técnicas de imágenes cerebrales las que han llevado a tal afirmación. Al observar el cerebro de los pianistas durante varios años, nos dimos cuenta de que el cerebro evoluciona de acuerdo con su práctica intensiva. Así, observamos en ellos un engrosamiento de las regiones especializadas en la motricidad de los dedos así como en la audición y la visión.10. Asimismo, un estudio ha demostrado que las áreas de la corteza que controlan la representación del espacio están más desarrolladas en los taxistas, en proporción al número de años de experiencia de conducción.11. Estos estudios muestran cómo la experiencia vivida modifica y estructura el funcionamiento del cerebro. A esto se le llama plasticidad cerebral. Esta noción es fundamental porque muestra la importancia del conocimiento adquirido de lo innato en las diferencias de desempeño y comportamiento entre los sexos.

¿Chicas menos buenas en matemáticas? Verdaderamente ?

El ejemplo de la supuesta inferioridad de las mujeres en la ciencia es evidente. Todo el mundo ya ha escuchado esta supuesta verdad para explicar la ausencia de mujeres en este entorno. El propio presidente de la Universidad de Harvard transmitió esta teoría en 2005: “ La baja representación de las mujeres en las asignaturas científicas se puede explicar por su incapacidad innata para triunfar en estos campos. Entonces, ¿innato o adquirido? En 1990, una encuesta estadística12la participación de diez millones de estudiantes había establecido que los niños se desempeñaban mejor que las niñas en la resolución de un acertijo matemático. Por tanto, se concluye que las mujeres estaban genéticamente en desventaja en el éxito de esta tan noble asignatura escolar. Sin embargo, 18 años después, el mismo estudio ya no encontró ninguna diferencia entre niños y niñas. Qué sucedió ? ¿Podría haber evolucionado el genoma de las niñas en tan poco tiempo? Obviamente no. Sin duda, el equipo de investigación de 1990 sobrestimó la importancia de la genética y olvidó que los seres humanos son, ante todo, el producto de la historia cultural y social. Un estudio13 que data de 2008 logró de manera brillante mostrar la importancia de estos factores ambientales. Los investigadores de este trabajo notaron que la brecha en el desempeño en matemáticas entre los sexos estaba relacionada ... ¡con el índice de emancipación femenina! Así, en Noruega y Suecia, donde el índice es el más alto, las brechas de desempeño son las más bajas. ¡Para Turquía, es todo lo contrario! La brecha de desempeño en matemáticas sería, por tanto, una función de la cultura igualitaria de los países.

¿Qué pasa con los comportamientos? ¿Están también condicionados por nuestra sociedad? ¿Son las mujeres más emocionales? ¿Es por "naturaleza"?

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