Mi gato bebe mucho: ¿debería preocuparme?

Mi gato bebe mucho: ¿debería preocuparme?

Incluso si ya no hace calor, ¿sigue observando a su gato vaciar su cuenco de agua? ¿Está bebiendo tu gato más agua de la que consume habitualmente? Si es así, debes preguntarte por qué tu gato bebe tanto. Las razones pueden ser muchas: problemas de conducta, poliuria, diabetes o cualquier otro trastorno metabólico.

Exploremos este síntoma con más profundidad para comprender por qué las necesidades de agua de un gato pueden aumentar repentinamente.

¿Cuánto bebe demasiado un gato?

Por lo general, los gatos no beben mucha agua porque tienen riñones de alto rendimiento que se reciclan mucho. A pesar de esto, existen algunos problemas que pueden hacer que un gato beba más agua. Entonces, ¿cuánta agua debe beber un gato?

El consumo normal de agua de un gato debe ser de 60 ml / kg al día de media para el funcionamiento óptimo de sus órganos. Si pesa 5 kg, eso son 300 ml, ves que no es mucho.

Sin embargo, en circunstancias normales, la ingesta de agua de un gato depende mucho de su dieta. Un gato con puré bebe menos agua que un gato con una dieta de croquetas porque la comida húmeda o enlatada contiene un 80% de agua, en comparación con solo el 10% de la comida seca.

Si su gato vacía su cuenco de agua con demasiada frecuencia, calcule cuánto está bebiendo. Si supera los 100 ml / kg en 24 horas, se denomina polidipsia, y es motivo de visita a su veterinario. Diferentes situaciones pueden hacer que necesite más líquidos de los que su cuerpo normalmente necesitaría:

  • La ingesta de agua del gato puede aumentar según las condiciones ambientales o la dieta;
  • A veces, su gato bebe más agua solo para llamar más la atención de sus padres humanos, esto es un problema de comportamiento; también sucede que algunos gatos comienzan a beber más agua debido a un cambio en la rutina o en la ubicación de su cuenco;
  • Finalmente, desafortunadamente, el consumo excesivo de agua puede indicar un trastorno metabólico subyacente. El hipertiroidismo, la diabetes y las enfermedades renales son los principales problemas asociados con el aumento de la ingesta de agua en los gatos.    

Si su gato muestra signos de polidipsia, nunca le impida beber, consulte a un veterinario de inmediato.

¿Cuáles son las señales de que mi gato está bebiendo demasiada agua?

Al principio, puede ser difícil detectar un aumento en la ingesta de agua, especialmente si el gato tiene acceso al aire libre, tiene varias mascotas o un dispensador de agua con un tanque grande. Depende de ti intentar detectar cambios en su comportamiento de consumo:

  • Vaya a su cuenco de agua con más frecuencia;
  • Tiene cambios en el apetito;
  • Vaya a su caja de arena con más frecuencia;
  • Duerme más de lo habitual;
  • Muestra signos de cambio de comportamiento general;
  • Sufre debilidad, vómitos y / o diarrea.

Causas médicas probables: ¿por qué mi gato bebe más agua?

La sed excesiva puede deberse a un problema de salud subyacente que involucra los riñones y el tracto urinario. Si su gato muestra signos de sed excesiva junto con pérdida de peso y aumento de la micción, podría estar sufriendo una enfermedad renal o diabetes mellitus. Esto requiere una consulta con el veterinario sin más demora.

A menudo se realiza un examen físico, análisis de sangre y / o análisis de orina para comprender el aumento en el consumo de agua en los gatos. Se recomienda un perfil sanguíneo general para determinar los cambios en los niveles de glucosa y las enzimas hepáticas y renales. Se pueden realizar otras pruebas para evaluar los niveles de hormona tiroidea y los recuentos de glóbulos rojos y blancos. Una muestra de orina de un gato proporcionará información detallada sobre la presencia de sangre, proteínas y concentración de glucosa en la orina.

Enfermedad renal crónica / insuficiencia renal

Los riñones son responsables de eliminar los productos de desecho de la sangre, mantener el equilibrio electrolítico, mantener el equilibrio hídrico y producir ciertas hormonas. Cualquier problema con los riñones conduce a la dilución de la orina. Como resultado, los gatos comienzan a orinar con frecuencia y los riñones no pueden eliminar completamente los desechos. Para compensar la pérdida de agua, los gatos beben más agua para mantener la hidratación.

Otros síntomas de la enfermedad renal son pérdida de apetito, náuseas, pérdida de peso, vómitos o diarrea. La insuficiencia renal es causada con mayor frecuencia por el envejecimiento del órgano a lo largo de los años, pero también puede ser causada por arterias bloqueadas, un tracto urinario bloqueado, una infección o un coágulo de sangre.

La glomerulonefritis es otra enfermedad renal que puede provocar insuficiencia renal en los gatos. En esta enfermedad, los riñones no pueden filtrar adecuadamente la sangre, lo que conduce a la pérdida de muchas proteínas esenciales. Es una enfermedad que puede resultar fatal.

La diabetes mellitus

Esta enfermedad se caracteriza por niveles elevados de azúcar en sangre. Los riñones son incapaces de retener toda esta glucosa, que por tanto pasa a través de la orina transportando agua por ósmosis. El gato se siente deshidratado y necesita beber más agua. Esta enfermedad ocurre cuando el cuerpo no puede utilizar o producir la hormona insulina, que es responsable de regular los niveles de azúcar en sangre. Los factores de riesgo de diabetes en gatos incluyen obesidad, genética y falta de actividad física, entre otros.

El hipertiroidismo

Cuando la glándula tiroides del gato se vuelve hiperactiva y produce un exceso de hormonas tiroideas, se desarrolla hipertiroidismo.

Las hormonas tiroideas son importantes para las funciones metabólicas básicas, como la absorción de nutrientes y la regulación del calor. Cuando la glándula se vuelve hiperactiva y produce un exceso de hormonas tiroideas, aumenta el metabolismo, el apetito y la sed, lo que puede provocar inquietud, aumento de la micción y pérdida de peso. En tal situación, la frecuencia cardíaca y la presión arterial pueden aumentar, lo que hace que el corazón funcione más rápido.

Conclusión

Trate de controlar regularmente la cantidad diaria de agua que bebe su felino. Si su gato de repente comienza a obsesionarse con el agua y orina con demasiada frecuencia, nunca restrinja su acceso al agua, pero llévelo al veterinario para averiguar por qué su gato tiene tanta sed.

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