Mi hijo adolescente es redondo: ¿cómo puedo ayudarlo a administrar mejor su dieta?

Mi hijo adolescente es redondo: ¿cómo puedo ayudarlo a administrar mejor su dieta?

Las niñas en crecimiento tienen necesidades dietéticas específicas. Las ingestas de nutrientes, hierro, calcio y vitamina D son importantes. Incluso si el deporte es obligatorio en la escuela, el tiempo de movimiento no es suficiente para equilibrar el suministro de energía, a menudo demasiado rico, de los alimentos consumidos durante el día. Algunos consejos sencillos para ayudarlo a encontrar un buen equilibrio.

A tu hijo le encanta el azúcar

El exceso de azúcar se convierte rápidamente en grasa. Y la comida contiene mucho. Para ayudarles a regular su consumo, algunos consejos:

  • No compre demasiadas tortas, helados o cremas de postre para evitar las tentaciones;
  • Tenga cuidado con los alimentos ligeros bajos en azúcar: a menudo ocultan la grasa y mantienen el gusto por la dulzura. Tienes que leer las etiquetas y mirar las calorías pero también el azúcar que contiene el producto;
  • Entre una tarta de frutas y un bizcocho de crema, es mejor elegir las frutas;
  • Reemplace los refrescos con jugo de frutas sin azúcar agregada ni agua con gas. Acostúmbrate a reconocer la sensación de sed y beber agua.

Los padres también pueden jugar la carta de la dentición. “Cuidado con tu sonrisa…”. A los dientes no les gusta el azúcar y a pesar del cepillado, el azúcar se combina con las bacterias de la boca para formar una mezcla ácida que los atacará en profundidad. Si la niña le tiene miedo a las caries y al dentista, es un buen argumento para convencerla de que limite el azúcar.

A tu hijo le encanta la comida rápida

Sin privarse de su pequeño placer, la joven puede elegir, por ejemplo, una simple hamburguesa, sin la adición de tocino ni salsa incluida. Puede favorecer el que contenga ensalada y verduras crudas y una vez en dos, no acompañarlo con patatas fritas. Los restaurantes de comida rápida también ofrecen ensaladas pequeñas o bolsitas de tomates cherry. La bebida también es muy alta en calorías, una cola de 33 cl contiene el equivalente a 7 terrones de azúcar (35 g). Puede elegir la versión ligera o incluso mejor para el organismo un zumo de frutas sin azúcares añadidos ni agua mineral.

Puede ser divertido repasar sus comidas favoritas con ella y mirar sus contrapartes de azúcar grumosa. Los adolescentes pueden no darse cuenta de lo que contienen los productos. Un momento agradable y educativo, que puede generar conciencia.

A su hijo no le gusta practicar deportes

Con un reequilibrio de alimentos, dietistas, nutricionistas, entrenador de nutrición aconsejan aumentar el tiempo de movimiento. No es necesario que la inscriba en un deporte que no le guste, no irá. Es mejor mostrarle que 30 minutos al día de movimientos lúdicos como caminar o andar en bicicleta, bailar con Tik Tok, saltar la cuerda… le permitirán llevar una vida saludable.

Esta es también la principal recomendación de la Organización Mundial de la Salud (OMS) para luchar contra la obesidad adolescente.

“Para mejorar su resistencia cardiorrespiratoria, su condición muscular y ósea y los marcadores biológicos cardiovasculares y metabólicos” los adolescentes deben acumular 60 minutos de actividad al día. Estos 60 minutos por día incluyen:

  • el juego
  • los deportes
  • desplazamientos
  • tareas diarias
  • actividades recreativas
  • educación física o ejercicio planificado, en el contexto familiar, escolar o comunitario.
  • lasactividad física moderada a sostenida.

Come más, pero mejor

Contrariamente a la creencia popular, es importante no entrar en una dieta o restricción. Esto conduce a conductas compulsivas y, en los casos más graves, a bulimia o anorexia.

Incluso si a la niña no le gustan las verduras verdes, es posible incorporarlas en los platos. Por ejemplo, pasta de espinacas, lasaña de calabacín, rollitos de primavera para ensaladas… Muchos sitios ofrecen recetas equilibradas que son fáciles y rápidas de hacer. Esto es lo que recomienda Myriam-Anne Mocaer, naturópata, en su apoyo nutricional. Platos bonitos, coloridos y creativos. Un buen rato juntos y la pérdida de peso se hará tranquilamente, sin la sensación de privación.

“En ocasiones es necesario un suplemento en vitaminas o incluso oligoelementos en los adolescentes, porque, sin una dieta equilibrada y diversificada, el cuerpo se agota y da lo que yo llamo 'fatiga adolescente'. Los estudios, las salidas tardías y la falta de deporte pueden, obviamente, ser un elemento que se suma a este cansancio y este, lamentablemente, puede asentarse durante mucho tiempo. "

El adolescente prestará atención a las miradas de los demás, puede desarrollar un problema con su relación con la comida. Es importante recordarle que lo que comen o no comen sus amigos no tiene nada que ver con sus propias necesidades dietéticas. Cada persona es única. Es posible estar acompañado por su médico tratante, un nutricionista, un dietista, un entrenador deportivo. Así podrá sin privarse de encontrar un equilibrio.

Pero tal vez sea su forma de expresar algo, una preocupación, un estrés o simplemente de ser “rebelde”. En este caso, el cuerpo habla y llamar a un psicólogo también puede ayudar a resolver las ansiedades, que se alivian con el acto de comer. Un tema muy amplio.

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