Ciclo menstrual: la fase folicular

Ciclo menstrual: la fase folicular

Desde la pubertad hasta la menopausia, los ovarios son el sitio de actividad periódica. La primera etapa de este ciclo menstrual, la fase folicular corresponde a la maduración de un folículo ovárico que, en el momento de la ovulación, liberará un ovocito listo para ser fecundado. Dos hormonas, LH y FSH, son esenciales para esta fase folicular.

La fase folicular, la primera fase del ciclo hormonal.

Cada niña nace con, en los ovarios, una reserva de varios cientos de miles de los llamados folículos primordiales, cada uno de los cuales contiene un ovocito. Aproximadamente cada 28 días, desde la pubertad hasta la menopausia, tiene lugar un ciclo ovárico con la liberación de un ovocito, la ovulación, por uno de los dos ovarios.

Este ciclo menstrual se compone de 3 fases distintas:

  • la fase folicular;
  • l'ovulación;
  • la fase lútea o fase post-ovulatoria.

La fase folicular comienza el primer día de la menstruación y finaliza en el momento de la ovulación, por lo que dura un promedio de 14 días (en un ciclo de 28 días). Corresponde a la fase de maduración folicular, durante la cual se activará un cierto número de folículos primordiales y comenzará su maduración. Esta foliculogénesis incluye dos etapas principales:

  • el reclutamiento inicial de folículos: un cierto número de folículos primordiales (unas 25 milésimas de milímetro de diámetro) madurarán hasta la etapa de folículos terciarios (o ántrax);
  • el crecimiento de los folículos antrales hasta el folículo preovulatorio: uno de los folículos antrales se desprenderá de la cohorte y continuará madurando, mientras que los demás se eliminarán. Este llamado folículo dominante alcanzará la etapa de folículo preovulatorio o folículo de De Graaf que, durante la ovulación, liberará un ovocito.

Síntomas de la fase folicular.

Durante la fase folicular, la mujer no siente ningún síntoma particular, aparte del inicio de la menstruación que marca el inicio de un nuevo ciclo ovárico y por tanto el inicio de la fase folicular.

Producción de hormonas estrógeno, FSH y LH

Los "conductores" de este ciclo ovárico son diferentes hormonas secretadas por el hipotálamo y la glándula pituitaria, dos glándulas ubicadas en la base del cerebro.

  • el hipotálamo secreta una neurohormona, GnRH (hormona liberadora de gonadotropinas) también llamada LH-RH, que estimulará la glándula pituitaria;
  • en respuesta, la glándula pituitaria secreta FSH, u hormona estimulante folicular, que activará un cierto número de folículos primordiales que luego entrarán en crecimiento;
  • estos folículos a su vez secretan estrógenos que engrosan el revestimiento uterino para preparar el útero para recibir un posible óvulo fecundado;
  • cuando se selecciona el folículo preovulatorio dominante, la secreción de estrógenos aumenta bruscamente, lo que provoca un aumento de la LH (hormona luteinizante). Bajo el efecto de la LH, aumenta la tensión del líquido dentro del folículo. El folículo finalmente se rompe y libera su ovocito. Es ovulación.

Sin fase folicular, sin ovulación

Sin una fase folicular, de hecho no hay ovulación. Esto se llama anovulación (ausencia de ovulación) o disovulación (trastornos de la ovulación), los cuales dan como resultado la ausencia de producción de un ovocito fertilizable y, por lo tanto, infertilidad. Varias causas pueden estar en el origen:

  • un problema con la hipófisis o el hipotálamo (hipogonadismo de origen "alto"), que provoca una secreción hormonal ausente o insuficiente. La secreción excesiva de prolactina (hiperprolactinemia) es una causa común de esta disfunción. Puede deberse a un adenoma hipofisario (un tumor benigno de la glándula pituitaria), a la toma de determinados fármacos (neurolépticos, antidepresivos, morfina…) o determinadas enfermedades generales (insuficiencia renal crónica, hipertiroidismo,…). El estrés significativo, el shock emocional, la pérdida de peso significativa también pueden interferir con el funcionamiento adecuado de este eje hipotalámico-hipofisario y conducir a una anovulación transitoria;
  • El síndrome de ovario poliquístico (SOP) o distrofia ovárica es una causa común de trastornos de la ovulación. Debido a la disfunción hormonal, se acumula un número anormal de folículos y ninguno de ellos llega a la maduración completa.
  • disfunción ovárica (o hipogonadismo de origen "bajo") congénita (debido a una anomalía cromosómica, síndrome de Turner, por ejemplo) o adquirida (después de un tratamiento de quimioterapia o cirugía);
  • menopausia precoz, con el envejecimiento prematuro de la reserva de ovocitos. Causas genéticas o inmunes podrían estar en el origen de este fenómeno.

Estimulación ovárica durante la fase folicular.

En presencia de anovulación o disovulación, se puede ofrecer a la paciente un tratamiento para la estimulación ovárica. Este tratamiento consiste en estimular el crecimiento de uno o más folículos. Existen diferentes protocolos. Algunos recurren al citrato de clomifeno, un antiestrógeno que se toma por vía oral y que engaña al cerebro haciéndole creer que el nivel de estradiol es demasiado bajo, lo que hace que secrete FSH para estimular los folículos. Otros usan gonadotropinas, preparaciones inyectables que contienen FSH y / o LH que ayudarán a la maduración de los folículos. En ambos casos, a lo largo del protocolo, se realiza un seguimiento regular del paciente con controles que incluyen análisis de sangre para medir los niveles hormonales y ecografías para controlar la cantidad y el crecimiento de los folículos. Una vez que estos folículos están listos, la ovulación se desencadena mediante una inyección de HCG.

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