Autoridad parental: ¿cómo hacer que su hijo obedezca?

Autoridad parental: ¿cómo hacer que su hijo obedezca?

Ser obedecido es fundamental para educar a un niño y tener un hogar tranquilo. Dependiendo de la edad del niño, ser obedecido puede resultar difícil y será necesario adoptar varios métodos disciplinarios, adaptados a la edad del niño.

¿Por qué ser obedecido?

Obtener respeto es una de las bases de la educación de un niño. El papel de los padres es educar y hacer crecer a los más pequeños. Esto a veces requiere autoridad y disciplina. Ser obedecido es poner límites, establecer reglas y hacerlas cumplir. A veces, eso también significa poner a sus hijos a salvo.

La obediencia de los niños les permite comprender la presencia de una jerarquía en la sociedad. Los niños encontrarán esta jerarquía en la escuela y luego en su vida profesional; es por ello que inculcarles una determinada disciplina les permitirá a largo plazo cumplirse y sobre todo comprender el mundo que les rodea.

Obedece a los niños pequeños

La obediencia es un hábito que se adquiere desde temprana edad. Incluso en niños pequeños, puede ser beneficioso. Por ejemplo, hay que saber decir que no en cuanto un niño se pone en peligro o cuando toca todo. Los niños pequeños deben comprender que hay reglas que seguir.

Hay muchas técnicas para ganarse el respeto de los niños pequeños. Tienes que ser persistente y saber decir que no cuando no estás de acuerdo. El niño debe entender que su acción está prohibida, ¡y esto todos los días! No debemos gritar, sino hacernos entender. Es fundamental estar a la altura del niño para hablarle y captar su mirada aunque eso signifique sujetarle la cara.

Con los más pequeños, no solo es necesario castigar. El aprendizaje de las reglas depende sobre todo de las explicaciones. Hay que decirle al niño que está en peligro, que se daña o que no tiene la edad suficiente para utilizar determinados objetos. Por otro lado, en caso de reincidencia, es necesario subir el tono y reprender de forma mesurada y adaptada.

Haz que los niños obedezcan

Hacerse entender por los niños no siempre es fácil. A cada edad, los niños pequeños ponen a prueba los límites de los padres y los adultos que los rodean. La firmeza suele estar a la orden del día. Como ocurre con los más pequeños, hay que explicar las reglas. Pero los niños pueden entender y si no son respetados, deben ser reprendidos. Una vez más, te recordamos que los castigos deben adaptarse a la edad del niño y a la estupidez cometida.

Es posible chantajear, siempre que sea factible. Por supuesto, si opta por este método, ¡debe atenerse a él! De lo contrario, perderá su credibilidad y será muy difícil en el futuro ser obedecido. ¡Se inteligente! Puedes privar a tus hijos de la televisión pero sin postre ni historia por la noche porque son imprescindibles.

Obediencia adolescente

En la adolescencia, las relaciones se vuelven más complejas. Obtener respeto sigue siendo esencial. Los padres necesitan establecer límites más que nunca. Al mismo tiempo, deben aceptar que el niño crece y es independiente. Hablar con el adolescente es una buena idea. Tienes que explicarte y escuchar, en fin, tiene que haber un intercambio.

Ser obedecido por Adolescentes, a veces es necesario castigar. La elección del castigo es importante. El adolescente debe comprender sus errores pero no debe sentirse humillado o incluso infantilizado.

Errores a evitar

Para ejercer la autoridad, hay reglas a seguir. De hecho, es incoherente pedirle a un niño que adopte tal o cual actitud si los padres no lo hacen correctamente. Por ejemplo, cuando acaba de pedirle algo a un niño, no debe darle otra orden hasta que termine la tarea anterior.

En casa, los padres deben estar de acuerdo con las reglas y los posibles castigos. Cuando uno de ellos está en acción con el niño, el otro debe dejar que lo haga o lo apoye. Por otro lado, los padres no deben contradecirse.

Finalmente, es imperativo no ser obedecido usando la fuerza. Debería prohibirse el castigo corporal. Tendrán un impacto negativo en el niño y no permitirán que se obedezca al adulto.

Ser obedecido es fundamental en todas las edades del niño. Los métodos y los castigos evolucionarán, pero la autoridad de los padres deberá seguir siendo coherente para ser beneficiosa.

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