Peritonitis: síntomas y tratamientos

Peritonitis: síntomas y tratamientos

La peritonitis se refiere a un inflamación aguda del peritoneo, membrana que recubre la cavidad abdominal. Muy a menudo de origen infeccioso, la peritonitis constituye una Emergencia médica porque puede poner en peligro la vida.

¿Qué es la peritonitis?

La peritonitis es una enfermedad inflamatoria aguda en elabdomen. Ocurre más exactamente a nivel del peritoneo, la membrana que rodea las vísceras de la cavidad abdominal.

¿Cuáles son los diferentes tipos de peritonitis?

Dependiendo de la extensión y el curso de la inflamación, se puede considerar la peritonitis:

  • peritonitis localizada ;
  • peritonitis generalizada.

Esta inflamación también se puede clasificar según su origen. Hay dos tipos principales:

  • peritonitis primaria que se debe a una infección espontánea con la ausencia inicial de lesiones intraabdominales;
  • peritonitis secundaria, la más común, que es causada por una infección por una lesión intraabdominal y la presencia de un foco infeccioso intraabdominal.

¿Cuáles son las causas de la peritonitis?

La peritonitis suele tener un origen infeccioso.

Cuando la infección del peritoneo es espontánea, se dice que la peritonitis es primaria y puede deberse a diferentes cepas patógenas. En particular, se hace una distinción entre peritonitis neumocócica y peritonitis tuberculosa.

Representando el 90% de la inflamación aguda del peritoneo, la peritonitis secundaria puede ser causada por:

  • infección o perforación intraabdominal, como apendicitis, perforación de una úlcera péptica, diverticulitis sigmoidea o colecistitis;
  • un evento postoperatorio, que puede ocurrir en caso de contaminación intraoperatoria o desunión anastomótica;
  • un evento postraumático, que puede ser una herida penetrante, traumatismo cerrado con perforación, isquemia digestiva, perforación endoscópica o perforación por cuerpo extraño.

¿Cuál es el riesgo de complicaciones?

La peritonitis puede localizarse o extenderse por todo el cuerpo. A esto se le llama sepsis. La peritonitis generalizada es una Emergencia médica porque compromete el pronóstico vital.

¿Cuáles son los síntomas de la peritonitis?

La peritonitis se caracteriza por la aparición de dolor abdominal intenso, localizado o generalizado, de aparición súbita o progresiva. Este dolor abdominal está asociado con una contractura de los músculos de la cintura abdominal. Rígida, tonificada, permanente y dolorosa, esta contractura abdominal a menudo se denomina "barriga de madera".

Además del dolor en el abdomen, la peritonitis puede presentarse con otros síntomas como:

  • vómitos
  • detener las heces;
  • Diarrea;
  • signos infecciosos como fiebre;
  • gran fatiga;
  • un deterioro del estado general.

¿Cómo diagnosticar la peritonitis?

El diagnóstico de peritonitis puede requerir diferentes exámenes como:

  • un examen clínico para evaluar los síntomas percibidos;
  • análisis de sangre para verificar la presencia de patógenos;
  • pruebas de diagnóstico por imágenes médicas, como una radiografía o una ecografía, para visualizar la cavidad abdominal.

Tratamiento de la peritonitis primaria

En caso de infección espontánea, la peritonitis primaria requiere hospitalización para encontrar y tratar el patógeno. Antes de que se identifique la cepa infecciosa, generalmente se establece una terapia antibiótica provisional.

Tratamiento de la peritonitis secundaria.

Al igual que la peritonitis primaria, la peritonitis secundaria requiere hospitalización y tratamiento con antibióticos. Sin embargo, también suele basarse en un tratamiento quirúrgico que consiste en extirpar el sitio infeccioso intraabdominal. La intervención quirúrgica depende del origen y curso de la peritonitis. Por ejemplo, puede ser:

  • una apendicectomía, que es una extirpación completa del apéndice;
  • una sutura de una úlcera péptica;
  • una gastrectomía, que es una extirpación parcial o total del estómago;
  • una colectomía, que es la extirpación del colon.

El tratamiento quirúrgico de la peritonitis secundaria suele ir acompañado de un baño peritoneal, que elimina el líquido peritoneal infectado.

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