Priapismo, PSAS: cuando la excitación es permanente

El priapismo es una patología rara, que se manifiesta por una erección prolongada que se produce sin excitación sexual. Este síndrome de excitación genital permanente, más allá de provocar sensaciones de dolor y malestar, puede tener graves consecuencias. Por eso es importante remediarlo tan pronto como se produzca el PSAS.

Los síntomas del priapismo

El PSAS es una patología rara y generalmente única. Es común mencionar el priapismo en los hombres. Sin embargo, aunque menos extendido, el síndrome de excitación genital permanente también afecta a las mujeres: es el priapismo del clítoris o clitorismo.

Priapismo, una erección dolorosa y prolongada del pene.

En los hombres, la erección es en principio consecuencia del deseo sexual. También puede ocurrir después de tomar medicamentos como viagra. Pero sucede que el hombre “sufre” una erección incontrolable y repentina, sin ningún tipo de excitación y sin haber tomado ningún medicamento. Entonces es una manifestación de priapismo. El flujo de sangre al pene del hombre dura varias horas y no da lugar a la eyaculación. Además, en caso de eyaculación, la erección no se atenúa. Esta patología, más allá de ser muy molesta ya que sorprende al hombre en una situación a veces inadecuada para tener una erección, provoca un dolor físico importante y prolongado.

Clitorismo, priapismo femenino

El priapismo en los hombres es raro, el priapismo en la mujer aún más. Los síntomas son los mismos que en los hombres, pero se observan en el clítoris: en erección, este órgano se hincha de sangre de forma significativa y duradera, sin estímulos sexuales previos. El priapismo femenino también causa dolor e incomodidad. 

PSAS: los factores contribuyentes

Si las causas del priapismo femenino siguen siendo poco conocidas hasta el día de hoy, se reconoce que varios factores promueven el síndrome de excitación genital permanente en los hombres. Primer factor de riesgo de PSAS: tomar determinados fármacos y sustancias tóxicas. Los medicamentos para estimular la erección, como Viagra, pero también los antidepresivos, los corticoesteroides, los tranquilizantes o ciertos medicamentos pueden ser la causa de una erección incontrolable y prolongada. En la medida en que el PSAS se manifieste como una cantidad excesiva de sangre y se produzca en circunstancias inapropiadas, el priapismo también puede ser el resultado de una enfermedad de la sangre, en particular la anemia de células falciformes o la leucemia. Trauma psicológico, shock en la zona perineal o mal uso de juguetes sexuales… se han adelantado otros factores para explicar la aparición del priapismo en los hombres.

¿Cómo tratar el síndrome de excitación genital permanente?

Dependiendo de la naturaleza del priapismo, el tratamiento y la urgencia pueden no ser el mismo.

Priapismos de bajo flujo

El priapismo de flujo bajo, o priapismo isquémico, es el caso más común de síndrome de excitación genital permanente. A pesar de un flujo sanguíneo bajo, la sangre que no se evacua provoca una fuerte presión que se manifiesta en una erección muy rígida y aún más dolorosa. Esta forma de PSAS es la más grave y la más urgente: más allá de la incomodidad que se siente, el priapismo en este contexto puede resultar en trastornos eréctiles más o menos importantes, llegando hasta la impotencia permanente. Por eso es fundamental consultar lo antes posible. Luego, el priapismo se trata con una punción, una inyección de drogas o una cirugía si los procedimientos básicos fallan.

Priapismos de alta velocidad

Mucho más raro, el priapismo no isquémico es menos doloroso, especialmente porque causa una erección que es menos rígida y más efímera. Esta forma de síndrome de excitación genital permanente también puede desaparecer sin tratamiento y no presenta el carácter de urgencia médica del priapismo de bajo flujo: en la mayoría de los casos, la erección desaparece sin intervención.

En cualquier caso, el hombre que observe un síndrome de excitación genital permanente puede asegurarse inicialmente de utilizar soluciones básicas para detener la erección: ducha fría y caminar activo en particular. Después de varias horas de una erección dolorosa, es urgente consultar a un urólogo, a riesgo de que el priapismo tenga consecuencias graves e irreversibles sobre la función eréctil. 

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