Dormir bien es la base de nuestro bienestar mental y físico. Después de un día activo, es necesario un sueño profundo, que permitirá que el cuerpo y la mente se “reinicien” y estén listos para un nuevo día. La recomendación universal para la duración del sueño es de 6 a 8 horas. Es importante recordar que las pocas horas antes de la medianoche son muy favorables para dormir. Por ejemplo, 8 horas de sueño desde las 10:6 hasta las 8:8 horas es más beneficioso que las mismas XNUMX horas desde la medianoche hasta las XNUMX:XNUMX horas.
- La cena debe ser ligera.
- Tome un paseo corto después de su comida.
- Minimice el aumento de la actividad mental, la sobreexcitación emocional después de las 8:30 p. m.
- Aproximadamente una hora antes de acostarse, se recomienda tomar un baño caliente con unas gotas de aceite esencial calmante.
- Encienda un incienso agradable (varilla de incienso) en su dormitorio.
- Antes de bañarse, realice un automasaje con aceites aromáticos, luego acuéstese en el baño durante 10-15 minutos.
- Ponga música relajante mientras toma un baño. Después del baño, se recomienda una relajante taza de té de hierbas.
- Lee un libro tranquilo e inspirador antes de acostarte (evita las novelas dramáticas y llenas de acción).
- No mires la televisión en la cama. También trate de no trabajar mientras está en la cama.
- Cerrando los ojos antes de ir a dormir, trata de sentir tu cuerpo. Enfócate en eso, escucha. Donde sienta tensión, intente relajar conscientemente esa área. Cuida tu respiración lenta y fácil hasta que te duermas.
La implementación de al menos la mitad de las recomendaciones anteriores definitivamente conducirá a un resultado: un sueño tranquilo y vigorizante.