Espasmo de sollozos: ¿cómo reaccionar ante los sollozos de los bebés?

Espasmo de sollozos: ¿cómo reaccionar ante los sollozos de los bebés?

Algunos bebés y niños pequeños a veces lloran tanto que bloquean su respiración y se desmayan. Estos espasmos de sollozos no les dejan consecuencias, pero siguen siendo muy difíciles para quienes los rodean.

¿Cuál es el espasmo de los sollozos?

Los especialistas todavía están luchando por explicar los mecanismos detrás de esta reacción, que se manifiesta en alrededor del 5% de los niños, con mayor frecuencia entre los 5 meses y los 4 años. Una cosa es cierta, no se trata de ningún problema neurológico, respiratorio o cardíaco. Tampoco es un ataque epiléptico. Más bien deberíamos ver detrás de estas pérdidas de conocimiento consecutivas al llanto un fenómeno psicosomático reflejo.

Síntomas de un espasmo de sollozo

El espasmo de los sollozos siempre se manifiesta durante un ataque de llanto intenso. Podría ser un llanto de ira, dolor o miedo. Los sollozos se vuelven tan intensos, tan espasmódicos, que el niño ya no puede recuperar el aliento. Su rostro se pone todo azul, sus ojos se mueven hacia atrás y pierde el conocimiento brevemente. También puede sufrir convulsiones.

Pérdida de consciencia

La falta de oxigenación debido al desmayo es muy breve, el desmayo en sí rara vez dura más de un minuto. Así que no te preocupes, la pérdida del conocimiento que concluye con un espasmo entre sollozos nunca es grave, no deja consecuencias. No es necesario llamar a los bomberos ni acudir a la sala de emergencias. No hay nada especial que hacer. Su hijo siempre volverá con él de todos modos, incluso sin ayuda externa. Por lo tanto, si deja de respirar, no es necesario sacudirlo, ponerlo boca abajo o intentar resucitarlo practicando boca a boca.

Después de un primer espasmo de sollozo, simplemente programe una cita con su pediatra. Después de haberte interrogado sobre las circunstancias del incidente y de haber examinado a tu pequeño, hará un diagnóstico preciso, podrá tranquilizarte y aconsejarte qué hacer en caso de una posible recurrencia.

¿Qué hacer para calmar la crisis?

Es mucho pedir en este tipo de situación, pero la prioridad es mantener la calma. Para ayudarlo a hacer esto, dígase a sí mismo que su hijo está a salvo. Tómalo en tus brazos, esto evitará que se caiga y se golpee si pierde el conocimiento, y háblale en voz baja. Quizás pueda calmarse y recuperar el aliento antes de llegar al punto del síncope. De lo contrario, no se castigue. Aunque sientes que tus acciones y palabras no fueron lo suficientemente calmantes como para evitar que se desmaye, lo ayudaron a superar esta tormenta emocional.

Prevenir el espasmo de los sollozos

No existe un tratamiento preventivo. Las recurrencias son frecuentes, pero se volverán menos frecuentes a medida que su hijo crezca y podrá regular mejor sus emociones. Mientras tanto, trate de no darle al espasmo del sollozo más importancia de la que merece. Al menos frente a su niño. ¿Te confundió la visión de tu hijo inanimado? ¿Temiste por su vida? No hay nada más natural. No dude en confiar en un ser querido, o incluso en su pediatra. Pero en su presencia, no cambie nada. No se trata de decir que sí a todo por miedo a que vuelva a hacer un espasmo de sollozos.

Sin embargo, la homeopatía puede tener su utilidad para actuar sobre su terreno particularmente emocional o ansioso. Una consulta con un médico homeópata ayudará a definir el tratamiento más adecuado.

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