Psicología

"¡Oye! ¿Cómo estás? - Bueno. ¿Y tu tienes? - Nada tampoco". Para muchos, ese ping-pong verbal parece superficial y forzado, parece que se recurre a él solo si no hay nada más de qué hablar. Pero los psicólogos creen que las conversaciones triviales tienen sus ventajas.

Este podría ser el comienzo de una buena amistad.

El hábito de los colegas discutiendo planes para el fin de semana en la oficina y el largo intercambio de bromas en una reunión puede ser molesto. “Qué montón de charlatanes”, pensamos. Sin embargo, a menudo es la comunicación fácil lo que nos une al principio, dice el psicólogo Bernardo Carducci de la Universidad de Indiana (EE. UU.).

“Todas las grandes historias de amor y todas las grandes asociaciones comerciales comenzaron de esta manera”, explica. “El secreto es que durante una conversación insignificante, a primera vista, no solo intercambiamos información, sino que nos miramos, evaluamos el lenguaje corporal, el ritmo y el estilo de comunicación del interlocutor”.

Según el experto, de esta forma estamos —conscientemente o no— mirando de cerca al interlocutor, sondeando el terreno. ¿«Nuestro» es una persona o no? ¿Tiene sentido continuar una relación con él?

Es bueno para la salud

La comunicación profunda y sincera es una de las principales alegrías de la vida. Una conversación sincera con los seres queridos nos inspira y nos apoya en tiempos difíciles. Pero a veces es bueno sentirse bien por tener una palabra rápida con un compañero de casa mientras estás en el ascensor.

Todas las grandes historias de amor y las asociaciones comerciales fructíferas comenzaron con conversaciones sobre el "clima".

La psicóloga Elizabeth Dunn de la Universidad de British Columbia (Canadá) realizó un experimento con dos grupos de voluntarios que debían pasar un rato en un bar. Los participantes del primer grupo tenían que entablar una conversación con un cantinero, y los participantes del segundo grupo solo tenían que beber cerveza y hacer lo que les interesaba. Los resultados mostraron que en el primer grupo había más de los que tenían una mejor estado de ánimo después de visitar el bar.

Las observaciones de Elizabeth Dunn concuerdan con la investigación del psicólogo Andrew Steptoe, quien descubrió que la falta de comunicación en la edad adulta aumenta el riesgo de muerte. Y para aquellos que asisten regularmente a la iglesia y a los clubes de interés, participan activamente en la vida pública, este riesgo, por el contrario, se reduce.

Nos hace considerar a los demás.

De acuerdo con Elizabeth Dunn, aquellos que entablan conversaciones regularmente con extraños o personas desconocidas generalmente son más receptivos y amigables. Sienten su conexión con los demás y siempre están dispuestos a ayudar, mostrar participación. Bernardo Carducci agrega que son precisamente esas conversaciones, a primera vista, sin sentido, las que contribuyen al crecimiento de la confianza en la sociedad.

“La charla trivial es la piedra angular de la cortesía”, explica. “Cuando entras en una conversación, te vuelves menos extraño el uno para el otro”.

Ayuda en el trabajo

“La capacidad de iniciar la comunicación se valora en un entorno profesional”, dice Roberto Carducci. El calentamiento previo a negociaciones serias demuestra a los interlocutores nuestra buena voluntad, disposición y voluntad de cooperar.

La capacidad de iniciar la comunicación se valora en un entorno profesional.

Un tono informal no significa que seas frívolo, dice Debra Fine, consultora de negocios y autora de The Great Art of Small Conversations.

“Puedes ganar un contrato, dar una presentación, vender aplicaciones móviles, pero hasta que no aprendas a aprovechar una conversación fácil, no podrás entablar buenas amistades profesionales”, advierte. “En igualdad de condiciones, preferimos hacer negocios con aquellos que nos gustan”.

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