El problema de las generaciones: cómo enseñar a un niño a las verduras.

En muchas familias, el problema de la alimentación de los niños se convierte en una verdadera batalla de generaciones. El niño se niega cuando le dan espinacas o brócoli, arma escenas en los supermercados, pidiéndole que compre piruletas, chocolate, helado. Dichos productos son adictivos debido a los aditivos. Ahora se ha demostrado científicamente que conseguir que los niños coman frutas y verduras es realmente muy fácil.

Los resultados de un estudio australiano mostraron que un niño estará tranquilo y feliz de comer verduras si un padre se encarga de servir la comida. El Centro de Ciencias Sensoriales Profundas de la Universidad de Deakin probó su teoría en un grupo de 72 niños en edad preescolar. A cada niño que participó en el estudio se le entregó un envase de 500 gramos de zanahorias peladas un día y la misma cantidad de zanahorias ya picadas al día siguiente, pero con la condición de que comieran todas las verduras que quisieran en 10 minutos.

Resultó que los niños estaban más dispuestos a comer zanahorias peladas que picadas.

“En general, esto significa que los niños consumieron entre un 8 y un 10 % más de vegetales enteros que cortados en cubitos. También es más fácil para los padres que simplemente pueden poner una zanahoria entera o alguna otra verdura o fruta de fácil consumo en un recipiente de alimentos”, dijo el profesor titular de la Universidad de Dikan, el Dr. Guy Liem.

Esto confirma investigaciones previas que afirmaban que cuanto más comida tienes en tu plato, más quieres comer a la hora de la comida.

“Potencialmente, estos resultados pueden explicarse por un sesgo de unidad, en el que una unidad dada crea una tasa de consumo que le dice a una persona cuánto debe comer. En el caso de que los niños consumieran una zanahoria entera, es decir, una unidad, asumían de antemano que se la terminarían”, agregó Liem.

No solo se puede usar este pequeño descubrimiento para que los niños coman más verduras y frutas, sino que este “truco” también se puede usar en el caso contrario, cuando los padres quieren evitar que los niños coman alimentos poco saludables.

“Por ejemplo, comer una barra de chocolate en trozos pequeños reduce el consumo total de chocolate”, dice el Dr. Liem.

Por lo tanto, si le das dulces a tu hijo y sus alimentos poco saludables favoritos, cortados en pedazos o divididos en pedazos pequeños, los consumirá menos, porque su cerebro no puede entender cuánto está comiendo realmente.

Investigaciones anteriores muestran que los niños que comen verduras en la cena tienen más probabilidades de sentirse mejor al día siguiente. Además, el progreso del niño depende de la cena. Científicos australianos estudiaron la relación entre la comida y el rendimiento escolar y descubrieron que aumentar el consumo de vegetales contribuía a mejorar el rendimiento escolar.

"Los resultados nos brindan una perspectiva interesante sobre el papel que juegan los alimentos dietéticos en la generación de nuevos conocimientos", dijo la autora principal del estudio, Tracey Burroughs.

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