Adicción a los videojuegos

Adicción a los videojuegos

El uso excesivo de videojuegos puede representar un peligro para los jóvenes. Establecer unas reglas es fundamental para protegerlos. Amplíe los signos de esta forma de dependencia, posibles soluciones de tratamiento y prevención.

Público más sensible a la adicción a los videojuegos

Son principalmente los jóvenes los que están expuestos a la adicción a los videojuegos. Sin embargo, los casos de adicción patológica grave son bastante raros. Los mayores riesgos de adicción se refieren a los juegos en red y, en particular, a los juegos de rol multijugador. Se considera que existe adicción a los videojuegos cuando el jugador se dedica en exceso a este tipo de ocupación, es decir desde unas treinta horas semanales, mucho más del tiempo consagrado por el jugadores incondicionales - o grandes jugadores - a su pasión, es decir, entre 18 y 20 horas a la semana.

Detectar una adicción a los videojuegos

Se debe alertar a los padres sobre ciertos signos, ya que los síntomas de la adicción a los videojuegos suelen ser siempre los mismos. Observamos, por ejemplo, un repentino descenso de los resultados escolares, una falta de interés en cualquier otro tipo de actividad pero también en las relaciones sociales (amigos y familiares). De hecho, jugar a videojuegos en el contexto de una adicción ocupa la mayor parte del tiempo, ya que el sujeto es incapaz de reducir el tiempo que dedica a los juegos. Esto en detrimento de otras actividades que le apasionaban, sin embargo, como el deporte, el cine, la música, las artes visuales o simplemente las salidas con amigos. Los jóvenes tienden a aislarse y ya no desean salir de casa.

Cuando note cambios en el comportamiento de su hijo, es importante buscar la fuente. Esto puede resultar totalmente ajeno a la pasión por los videojuegos.

Adicción a los videojuegos: los riesgos

Podemos ver repercusiones en su sueño porque el jugador Adicto tiende a jugar incluso de noche, acortando su tiempo de descanso. A veces, la adicción también puede afectar el equilibrio de los alimentos.

Una persona frágil que tiene una adicción a los videojuegos corre el riesgo, en ausencia de apoyo, de encontrarse tarde o temprano en un estado de sufrimiento mental y gran soledad. Esto resulta en una evidente incomodidad. En casos raros, un Adicto jugar videojuegos puede volverse extremadamente triste o agresivo.

Si no se hace nada que le permita romper con su adicción, el joven se expone paulatinamente al fracaso académico y a la desocialización. Puede, a más o menos largo plazo, perder la autoestima.

Adicción a los videojuegos: adoptar la reacción correcta

Como hemos visto, la adicción a los videojuegos puede tener repercusiones importantes en la salud mental y física de los jóvenes jugadores patológicos, pero sigue siendo poco común. Reaccionar lo más rápido posible es fundamental para limitar el impacto de esta dependencia. El adicto a los juegos no puede limitarse por sí mismo. Por otro lado, el control del tiempo de juego debe ser realizado por los padres.

Es fundamental que establezcan un diálogo con su hijo, durante el cual deben abordarse los videojuegos sin tabúes. También es una buena solución interesarse por este fenómeno tan actual y demostrarle a tu hijo que compartes su interés. Sobre todo, es necesario evitar las luchas de poder.

Un videojuego puede ser positivo si se adapta perfectamente a la edad del niño o adolescente y el tiempo que se le asigna es razonable. Su práctica no debe interferir con la vida familiar, la escolarización, el tiempo de sueño y el tiempo libre. También puede ser una actividad para compartir en familia. Cuando el joven juega solo, es deseable que el espacio reservado para los videojuegos se ubique en áreas de la vivienda reservadas para toda la familia. De esta forma, el joven no se encuentra aislado frente a su pantalla y es más fácil limitar el tiempo dedicado a esta actividad.

Los padres que necesiten la adicción a los videojuegos de sus hijos pueden acudir a su médico. El joven puede entonces ser atendido por un psicólogo especializada en prácticas adictológicas. Esto es útil si el joven es un jugador patológico, lo que afortunadamente no es muy común. Además, el comportamiento adictivo es mucho más común en adultos que en jóvenes. Sea como fuere, cuando se trata de un caso extremo, es mejor optar por la derivación del joven a un especialista en el problema de conducta de adolescentes y niños.

Prevenir la adicción a los videojuegos requiere el establecimiento de reglas reales pero no drásticas: no se trata de prohibir el acceso a los videojuegos. De treinta a sesenta minutos al día, dependiendo de la edad del niño o adolescente, es un tiempo de juego perfectamente razonable y seguro.

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