Psicología

Cada uno de nosotros se derrumbó al menos una vez debido a una bagatela, que resultó ser la "última gota" en una serie de problemas. Sin embargo, para algunos, los estallidos de agresión descontrolada ocurren regularmente, y en tales ocasiones parecen insignificantes para otros. ¿Cuál es la razón de este comportamiento?

Hoy en día, casi una de cada dos celebridades es diagnosticada con «arrebatos de ira incontrolables». Naomi Campbell, Michael Douglas, Mel Gibson: la lista continúa. Todos ellos fueron a los médicos con este problema.

Para comprender las causas de la agresión inadecuada, los psiquiatras estadounidenses realizaron un estudio utilizando imágenes de resonancia magnética (IRM). En el estudio participaron 132 voluntarios de ambos sexos con edades comprendidas entre los 18 y los 55 años. De estos, 42 tenían una tendencia patológica a los arrebatos de ira, 50 padecían otros trastornos mentales y 40 estaban sanos.

El tomógrafo mostró diferencias en la estructura del cerebro en las personas del primer grupo. La densidad de la materia blanca del cerebro, que conecta dos áreas: la corteza prefrontal, que es responsable del autocontrol, y el lóbulo parietal, asociado con el procesamiento del habla y la información, fue menor que en los participantes sanos del experimento. Como resultado, los canales de comunicación se interrumpieron en los pacientes, a través de los cuales diferentes partes del cerebro "intercambian" información entre sí.

Una persona malinterpreta las intenciones de los demás y eventualmente «explota»

¿Qué significan estos hallazgos? Las personas que no pueden controlar la agresión a menudo malinterpretan las intenciones de los demás. Sienten que están siendo acosados, incluso cuando no es así. Al mismo tiempo, no se dan cuenta de las palabras y gestos que muestran que nadie los está atacando.

La interrupción de la comunicación entre diferentes áreas del cerebro conduce al hecho de que una persona no puede evaluar correctamente la situación y las intenciones de los demás y, como resultado, "explota". Al mismo tiempo, él mismo puede pensar que solo se está defendiendo.

“Resulta que la agresión descontrolada no es solo “mal comportamiento”, dice uno de los autores del estudio, el psiquiatra Emil Coccaro, “tiene causas biológicas reales que aún tenemos que estudiar para encontrar tratamientos”.

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