“¿Qué te parece?”: qué pasará si el cerebro pierde un hemisferio

¿Qué le sucederá a una persona si solo le queda la mitad de su cerebro? Creemos que la respuesta es obvia. El órgano responsable de los procesos vitales más importantes es complejo, y la pérdida de una parte importante del mismo puede tener consecuencias terribles e irreparables. Sin embargo, las capacidades de nuestro cerebro aún asombran incluso a los neurocientíficos. El biopsicólogo Sebastian Ocklenburg comparte hallazgos de investigación que suenan como la trama de una película de ciencia ficción.

A veces, los médicos tienen que tomar medidas extremas para salvar vidas humanas. Uno de los procedimientos más radicales de la neurocirugía es la hemisferectomía, la extirpación completa de uno de los hemisferios cerebrales. Este procedimiento se realiza solo en casos muy raros de epilepsia intratable como último recurso cuando todas las demás opciones han fallado. Cuando se elimina el hemisferio afectado, la frecuencia de los ataques epilépticos, cada uno de los cuales pone en peligro la vida del paciente, se reduce radicalmente o desaparece por completo. Pero, ¿qué le sucede al paciente?

El biopsicólogo Sebastian Ocklenburg sabe mucho sobre cómo el cerebro y los neurotransmisores influyen en el comportamiento, los pensamientos y los sentimientos de las personas. Habla de un estudio reciente que ayuda a comprender cómo puede funcionar el cerebro cuando solo queda la mitad.

Los científicos examinaron las redes cerebrales en varios pacientes, a cada uno de los cuales se les extirpó un hemisferio en la primera infancia. Los resultados del experimento ilustran la capacidad del cerebro para reorganizarse incluso después de un daño severo, si este daño ocurre a una edad temprana.

Incluso sin tareas específicas, el cerebro está muy activo: por ejemplo, en este estado soñamos

Los autores utilizaron la técnica neurobiológica de resonancia magnética funcional (RM) en reposo. En este estudio, los cerebros de los participantes se escanean con un escáner de resonancia magnética, una máquina que muchos hospitales tienen en estos días. Se utiliza un escáner de resonancia magnética para crear una serie de imágenes de partes del cuerpo en función de sus propiedades magnéticas.

La resonancia magnética funcional se utiliza para crear imágenes del cerebro durante una tarea específica. Por ejemplo, el sujeto habla o mueve los dedos. Para crear una serie de imágenes en reposo, el investigador le pide al paciente que se quede quieto en el escáner y no haga nada.

Sin embargo, incluso sin tareas específicas, el cerebro muestra mucha actividad: por ejemplo, en este estado soñamos y nuestra mente "vagabundea". Al determinar qué áreas del cerebro están activas cuando están inactivas, los investigadores pudieron encontrar sus redes funcionales.

Los científicos examinaron las redes en reposo en un grupo de pacientes que se sometieron a cirugía para extirpar la mitad de sus cerebros en la primera infancia y los compararon con un grupo de control de participantes que tenían ambas mitades del cerebro funcionando.

Nuestro increíble cerebro

Los resultados fueron realmente asombrosos. Uno esperaría que la extirpación de la mitad del cerebro perturbara seriamente su organización. Sin embargo, las redes de pacientes que se sometieron a una operación de este tipo se parecían sorprendentemente a las del grupo de control de personas sanas.

Los investigadores identificaron siete redes funcionales diferentes, como las asociadas con la atención, las habilidades visuales y motoras. En pacientes a los que se les extirpó la mitad del cerebro, la conectividad entre las regiones cerebrales dentro de la misma red funcional fue notablemente similar a la del grupo de control con ambos hemisferios. Esto significa que los pacientes mostraron un desarrollo cerebral normal, a pesar de la ausencia de la mitad del mismo.

Si la operación se realiza a una edad temprana, el paciente suele conservar las funciones cognitivas y la inteligencia normales.

Sin embargo, había una diferencia: los pacientes tenían un marcado aumento en la conexión entre diferentes redes. Estas conexiones mejoradas parecen reflejar los procesos de reorganización cortical después de la extirpación de la mitad del cerebro. Con conexiones más fuertes entre el resto del cerebro, estas personas parecen poder hacer frente a la pérdida del otro hemisferio. Si la operación se realiza a una edad temprana, el paciente suele conservar funciones cognitivas e inteligencia normales, pudiendo llevar una vida normal.

Esto es aún más impresionante cuando considera que el daño cerebral más adelante en la vida, por ejemplo, con un derrame cerebral, puede tener consecuencias graves para la capacidad cognitiva, incluso si solo se dañan pequeñas áreas del cerebro.

Es obvio que tal compensación no siempre ocurre y no a cualquier edad. Sin embargo, los resultados del estudio hacen una contribución significativa al estudio del cerebro. Todavía existen muchos vacíos en esta área del conocimiento, lo que significa que los neurofisiólogos y biopsicólogos tienen un amplio campo de actividad, y los escritores y guionistas tienen espacio para la imaginación.


Sobre el experto: Sebastian Ocklenburg es biopsicólogo.

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