¿A qué médico consultar en caso de cruralgia?

¿A qué médico consultar en caso de cruralgia?

La mayoría de las veces, el médico de cabecera puede diagnosticar y tratar la cruralgia.

Entre los especialistas que se hacen cargo de esta enfermedad, hay que citar sobre todo a los reumatólogos, neurólogos y médicos rehabilitadores (MPR). Algunos radiólogos también pueden realizar en ocasiones un gesto terapéutico.

Las emergencias quirúrgicas son manejadas por neurocirujanos o cirujanos ortopédicos.

Algunos casos de cruralgia muy dolorosa pueden requerir una consulta en un centro de alivio del dolor.

¿Qué exámenes hacemos?

En la cruralgia clásica, los síntomas son tan típicos que el examen físico es suficiente. La tensión del nervio mediante una maniobra destinada a encontrar un signo de Lasègue invertido o signo de Leri (prono, extensión detrás de la pierna) provoca un aumento del dolor. Un pequeño déficit motor y una disminución de la sensibilidad correspondiente al área del nervio crural también pueden ayudar a confirmar el diagnóstico. Cuando es la raíz lumbar L3 la que está comprimida, la vía dolorosa afecta a la nalga, la cara anterior del muslo y la cara interna de la rodilla y la insuficiencia muscular afecta al cuádriceps y al músculo tibial anterior de la pierna (flexión de la pierna). pie pierna). Cuando es la raíz L4 la que se comprime, el trayecto doloroso va desde la nalga hasta la cara anterior e interna de la pierna, pasando por la cara externa del muslo y la cara anterior e interna de la pierna.

El aumento del dolor al toser, estornudar o defecar son signos clásicos de dolor debido a la compresión de una raíz nerviosa. En principio, el dolor cede en reposo, pero puede haber brotes nocturnos.

Los demás exámenes solo se realizan si existe alguna duda sobre el origen de la cruralgia o la ineficacia del tratamiento, o incluso agravamiento: radiografías de columna, análisis de sangre, tomografía computarizada, resonancia magnética. Sin embargo, en los países occidentales, estos exámenes se realizan a menudo de forma más o menos sistemática. Luego permiten visualizar la compresión de las raíces nerviosas. Otras exploraciones pueden ser necesarias, más raramente, como un electromiograma, por ejemplo.

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