¿Por qué es importante aprender idiomas extranjeros?

Las investigaciones muestran que existe una correlación directa entre el bilingüismo y la inteligencia, las habilidades de memoria y el alto rendimiento académico. A medida que el cerebro procese la información de manera más eficiente, podrá prevenir el deterioro cognitivo relacionado con la edad. 

Idiomas mas dificiles

El Instituto del Servicio Exterior del Departamento de Estado de EE. UU. (FSI) clasifica los idiomas en cuatro niveles de dificultad para los hablantes nativos de inglés. El grupo 1, el más simple, incluye francés, alemán, indonesio, italiano, portugués, rumano, español y swahili. Según la investigación de FSI, se necesita aproximadamente 1 hora de práctica para lograr una fluidez básica en todos los idiomas del Grupo 480. Se necesitan 2 horas para lograr el mismo nivel de competencia en los idiomas del Grupo 720 (búlgaro, birmano, griego, hindi, persa y urdu). Las cosas son más complicadas con amhárico, camboyano, checo, finlandés, hebreo, islandés y ruso: requerirán 1100 horas de práctica. El Grupo 4 consta de los idiomas más difíciles para los hablantes nativos de inglés: árabe, chino, japonés y coreano: un hablante nativo de inglés tardará 2200 horas en lograr la fluidez básica. 

A pesar de la inversión de tiempo, los expertos creen que vale la pena aprender un segundo idioma, al menos por los beneficios cognitivos. “Desarrolla nuestras funciones ejecutivas, la capacidad de tener en cuenta la información y eliminar información irrelevante. Se llama funciones ejecutivas debido a la similitud con las habilidades de un director ejecutivo: administrar un grupo de personas, hacer malabarismos con mucha información y realizar múltiples tareas”, dice Julie Feze, profesora de neurociencia en la Universidad de Pittsburgh.

El cerebro bilingüe se basa en las funciones ejecutivas, como el control inhibitorio, la memoria de trabajo y la flexibilidad cognitiva, para mantener el equilibrio entre dos idiomas, según un estudio de la Universidad Northwestern. Dado que ambos sistemas del lenguaje están siempre activos y en competencia, los mecanismos de control del cerebro se fortalecen constantemente.

Lisa Meneghetti, una analista de datos de Italia, es hiperpolíglota, lo que significa que habla con fluidez seis o más idiomas. En su caso, inglés, francés, sueco, español, ruso e italiano. Cuando se cambia a un nuevo idioma, especialmente uno de menor complejidad que requiere menos resistencia cognitiva, su tarea principal es evitar mezclar palabras. “Es normal que el cerebro cambie y use patrones. Esto sucede más a menudo con idiomas que pertenecen a la misma familia porque las similitudes son demasiado grandes”, dice. La mejor manera de evitar este problema, dice Meneghetti, es aprender un idioma a la vez y diferenciar entre familias de idiomas.

Hora normal

Aprender los conceptos básicos de cualquier idioma es una tarea rápida. Los programas y aplicaciones en línea lo ayudarán a aprender algunos saludos y frases simples a la velocidad del rayo. Para una experiencia más personal, el políglota Timothy Doner recomienda leer y mirar material que despierte su interés.

“Si te gusta cocinar, compra un libro de cocina en un idioma extranjero. Si te gusta el fútbol, ​​prueba a ver un partido extranjero. Incluso si solo aprende unas pocas palabras al día y la gran mayoría aún suenan como un galimatías, aún serán más fáciles de recordar más adelante”, dice. 

Es importante comprender exactamente cómo planea usar el idioma en el futuro. Una vez que se hayan determinado sus intenciones para un nuevo idioma, puede comenzar a planificar su horario de práctica diaria que incluye varios métodos de aprendizaje.

Hay muchos consejos sobre cómo aprender mejor un idioma. Pero todos los expertos están seguros de una cosa: deja de estudiar libros y videos y dedica al menos media hora a practicar hablar con un hablante nativo, o con una persona que domine el idioma. “Algunos aprenden el idioma tratando de memorizar palabras y practicando la pronunciación solos, en silencio y por sí mismos. Realmente no progresan, no les ayudará a usar el idioma en la práctica”, dice Feze. 

Al igual que con el dominio de un instrumento musical, es mejor estudiar un idioma durante un corto período de tiempo, pero con regularidad, que rara vez, pero durante mucho tiempo. Sin una práctica regular, el cerebro no desencadena procesos cognitivos profundos y no establece una conexión entre el nuevo conocimiento y el aprendizaje previo. Por tanto, una hora al día, cinco días a la semana, será más útil que una marcha forzada de cinco horas una vez a la semana. Según el FSI, lleva 1 semana o casi dos años lograr la fluidez básica en un idioma del Grupo 96. 

IQ y EQ

“Aprender un segundo idioma también te ayudará a convertirte en una persona más comprensiva y empática, abriéndote puertas a una forma diferente de pensar y sentir. Se trata de IQ y EQ (inteligencia emocional) combinados”, dice Meneghetti.

Comunicarse en otros idiomas ayuda a desarrollar la habilidad de “competencia intercultural”. Según Baker, la competencia intercultural es la capacidad de construir relaciones exitosas con una amplia variedad de personas de otras culturas.

Una hora al día de aprendizaje de un nuevo idioma puede verse como una práctica para superar la alienación entre personas y culturas. El resultado serán mejores habilidades de comunicación que lo acercarán a las personas en el trabajo, en casa o en el extranjero. “Cuando te encuentras con una visión del mundo diferente, alguien de una cultura diferente, dejas de juzgar a los demás y te vuelves más efectivo para resolver conflictos”, dice Baker.

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