7 maneras fáciles de reducir el dolor

¿Tienes miedo de donar sangre? ¿Encuentra un pinchazo de aguja demasiado doloroso? Aguante la respiración bruscamente: esta sencilla técnica definitivamente ayudará a aliviar las molestias. Sin embargo, solo si tiene tiempo para prepararse con anticipación. Si esto no es posible para usted, intente otras formas de amortiguar el dolor.

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1. Ten a mano un frasco de perfume

El agradable aroma de un perfume dulce puede vigorizar, en principio, a cualquiera de nosotros, pero es mucho más útil para alguien que actualmente está sintiendo dolor. En un estudio realizado por neurofisiólogos canadienses, mujeres voluntarias sumergieron sus manos en agua muy caliente y el procedimiento fue bastante doloroso para ellas. Pero admitieron que su dolor se aliviaba al inhalar aromas de flores y almendras. Pero cuando se les ofreció oler el vinagre, el dolor se intensificó. Por alguna razón, este método resultó ser ineficaz en relación con los hombres.

2. Juro

Si su primera reacción al dolor es maldecir, no se avergüence de ello. Psicólogos de la Universidad de Keele (Reino Unido) encontraron que los sujetos toleraban mejor el frío (sus manos estaban sumergidas en agua helada) cuando maldecían. He aquí una posible explicación: maldecir despierta en nosotros la agresión, y después de eso hay una liberación de adrenalina y norepinefrina, que proporcionan una explosión de energía y amortiguan la reacción de dolor. Sin embargo, para aquellos que están acostumbrados a jurar mucho y no por negocios, esta técnica no ayudará.

3. Echa un vistazo a la obra maestra

¿Admiras a Picasso? ¿Admiras a Botticelli? Guarde un par de sus imágenes favoritas en su teléfono inteligente; tal vez algún día reemplacen sus analgésicos. Neurólogos de la Universidad de Bari (Italia) realizaron un experimento bastante cruel: usando un pulso de láser, provocaron un hormigueo doloroso en las manos de los sujetos y les pidieron que miraran las imágenes. Al mirar las obras maestras de Leonardo, Botticelli, Van Gogh, las sensaciones de dolor de los participantes fueron un tercio menos intensas que al mirar un lienzo en blanco o lienzos que no evocaban emociones fuertes; esto fue confirmado por dispositivos que miden la actividad de diferentes partes del cerebro.

4. Cruza los brazos

Simplemente colocando una mano encima de la otra (pero de una manera a la que no estás acostumbrado), puedes hacer que la sensación de dolor sea menos intensa. El mismo láser, que fue dirigido al dorso de las manos de voluntarios por neurólogos del University College London, ayudó a detectar esto. Los científicos creen que la posición inusual de las manos confunde al cerebro e interrumpe el procesamiento de la señal de dolor.

5. Escuchar música

Es bien sabido que la música puede curar un corazón roto, pero también puede curar el sufrimiento físico. Los participantes en el experimento, que fueron tratados por dientes, eran menos propensos a pedir anestesia si veían videos musicales durante el procedimiento. Y también resultó que los pacientes con cáncer sobrellevaban mejor el dolor postoperatorio si se les ponía música ambiental (música electrónica basada en modulaciones de timbre de sonido).

6. Enamórate

Estar enamorado hace que el mundo sea más brillante, la comida sabe mejor y también puede ser una excelente anestesia. Neurocientíficos de la Universidad de Stanford lo han probado: cuando una persona piensa en el objeto de su amor, en su cerebro se activan centros de placer, los mismos que provocan una sensación de euforia al tomar cocaína o al ganar a lo grande en un casino. Solo mirar una fotografía de un ser querido puede bloquear el dolor como los analgésicos opioides. ¿Necesito aclarar que las fotografías de personas bonitas, pero no dulces, no tienen ningún efecto?

7. Toca el punto dolorido

Resulta que no en vano nos agarramos a un codo magullado o nos frotamos la espalda baja dolorida: los neurocientíficos del University College London han confirmado el hecho de que tocar un punto dolorido reduce significativamente (¡en un 64 %!) los síntomas del dolor. La razón es que el cerebro percibe las partes conectadas del cuerpo (por ejemplo, el brazo y la parte inferior de la espalda) como una sola. Y el dolor, “repartido” en un área grande, ya no se siente tan intenso.

Consulte Pain Medicine, abril de 2015 para obtener más detalles; Fisiología y Comportamiento, 2002, vol. 76; Neuroreporte, 2009, N° 20(12); Nuevo científico, 2008, n.° 2674, 2001, n.° 2814, 2006, n.° 2561; PLoS One, 2010, Nº 5; BBC News, publicación en línea del 24 de septiembre de 2010.

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