Despierta tus papilas gustativas

Sabias que los diferentes sabores de los alimentos no solo deleitan tus sentidos, cada sabor es fundamental para el buen funcionamiento de nuestro organismo.  

Sabor agrio. ¿Qué está haciendo?

Los alimentos con sabor agrio mejoran el apetito y aumentan la secreción de saliva y jugos digestivos. Sin embargo, recuerda siempre la moderación. Demasiado ácido hace que su sistema digestivo produzca ácidos digestivos en exceso y puede causar náuseas.

Algunos ejemplos de alimentos ácidos son: frutas cítricas como limón, lima, naranja y pomelo. Otras frutas como mangos verdes, duraznos, tamarindo.   Sabor salado. ¿Qué está haciendo?

El sodio natural mejora el sabor de los alimentos, limpia el organismo, tonifica las glándulas suprarrenales, los riñones, la próstata y la glándula tiroides. El sodio activa la digestión en combinación con otros alimentos.

Las fuentes naturales de sodio son los alimentos naturales que también suelen ser ricos en potasio.

Cuando el sodio y el potasio se toman en la proporción adecuada (¡la naturaleza lo sabe!), son muy beneficiosos, a diferencia de la sal de mesa (cloruro de sodio) que es dañina.

La sal natural regula la presión arterial, reduce la retención de agua, neutraliza la mucosidad, elimina la acidez excesiva en el cuerpo.

Ejemplos de alimentos salados naturalmente: apio, algas, alcachofas, tomates, sal marina.   Sabor amargo. ¿Qué está haciendo?

El sabor amargo que se obtiene al comer verduras de hoja verde, especialmente las crudas. El amargor estimula el apetito y agudiza otros gustos. El sabor amargo es un poderoso desintoxicante y tiene efectos antibióticos, antiparasitarios y antisépticos. Estos productos son aptos para diabéticos, útiles en la pérdida de peso, ayudan con erupciones en la piel, fiebre, náuseas.

Ejemplos de alimentos amargos: verduras de hoja verde (crudas) como col rizada, espinacas, diente de león, lechuga, frijoles amargos.   Sabor dulce. ¿Qué está haciendo?

El sabor dulce satisface naturalmente el hambre y aumenta nuestra energía. Es excelente para construir tejidos vitales: plasma, sangre, grasa, músculo, hueso, médula ósea y fluido reproductivo.

El sabor dulce aumenta la salivación, calma las membranas mucosas, alivia la sed y tiene un efecto beneficioso sobre la piel, el cabello y las uñas.

El azúcar en los alimentos procesados ​​agota valiosas vitaminas y minerales del cuerpo y es dañino.

Por otro lado, el azúcar de las frutas (carbohidratos complejos) es un alimento nutritivo, rico en vitaminas y minerales, de fácil absorción por nuestro organismo. De los dos tipos de dulces, ¡elige carbohidratos complejos!

Ejemplos de alimentos dulces: la mayoría de las frutas maduras y algunas verduras.   Sabor fuerte. ¿Qué está haciendo?

En pequeñas cantidades, el sabor picante estimula la digestión, favorece la desintoxicación a través de la sudoración, neutraliza los gases, estimula la circulación sanguínea, mejora el metabolismo, alivia el dolor muscular.

Este es un remedio para despejar las vías respiratorias superiores.

Ejemplos de comida picante: ajo, jengibre, cebolla, chile, rábano picante y especias.   Sabor astringente. ¿Qué está haciendo? El sabor astringente que sientes cuando comes guayaba, caqui, arándanos o uvas. No es un sabor muy popular. Ayuda a detener el sangrado y la diarrea. Tiene la capacidad de unir toxinas y eliminarlas del cuerpo. Reduce la excreción de orina en caso de pérdida excesiva de líquidos. El sabor astringente tiene un efecto calmante, pero también reduce la sensibilidad.  

Ejemplos de productos astringentes: algunas verduras crudas, algunas frutas como peras, manzanas, granadas, corteza de roble y varias hierbas.  

 

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