Profesionales del parto: ¿qué apoyo para la futura madre?

Profesionales del parto: ¿qué apoyo para la futura madre?

Ginecólogo, matrona, anestesiólogo, asistente de puericultura… Los profesionales sanitarios que componen el equipo obstétrico varían según el tamaño de la maternidad y los tipos de partos. Retratos.

La mujer sabia

Especialistas en salud de la mujer, las parteras han completado 5 años de formación médica. En particular, juegan un papel clave con las futuras madres. Trabajando en la consulta privada o adscritas a una maternidad, pueden, en el contexto de un embarazo denominado fisiológico, es decir un embarazo que transcurre con normalidad, asegurar el seguimiento de la A a la Z. Pueden confirmar el embarazo y completar la declaración, prescribir evaluaciones biológicas, asegurar las consultas prenatales mensuales, realizar ecografías de cribado y sesiones de seguimiento, vacunar a la futura madre contra la influenza si esta lo desea… También es con ellos que los futuros padres seguirán las 8 sesiones de preparación para el parto y paternidad reembolsada por el seguro médico.

El día D, si el parto tiene lugar en el hospital y transcurre sin problemas, la partera acompaña a la futura madre durante todo el trabajo de parto, trae al bebé al mundo y realiza sus primeros exámenes y primeros auxilios, asistió a una guardería. asistente. Si es necesario, puede realizar y suturar una episiotomía. En la clínica, en cambio, se llamará sistemáticamente a un ginecólogo obstetra para la fase de expulsión.

Durante la estancia en la sala de maternidad, la matrona realiza la vigilancia médica de la madre y su recién nacido. Puede intervenir para apoyar la lactancia materna, prescribir un método anticonceptivo adecuado, etc.

El anestesiólogo

Desde el plan perinatal de 1998, las maternidades que realizan menos de 1500 partos por año deben tener un anestesista de guardia. En los hospitales de maternidad con más de 1500 partos por año, un anestesista está en el lugar en todo momento. Su presencia en la sala de partos solo es necesaria en caso de una epidural, cesárea o el uso de instrumentos tipo fórceps que requieran anestesia.

Independientemente, todas las mujeres embarazadas deben reunirse con un anestesiólogo antes del parto. Tanto si han previsto beneficiarse de una epidural como si no, es fundamental que el equipo médico que los atenderá el día D disponga de toda la información necesaria para poder intervenir de forma segura en caso de que se deba realizar la anestesia. .

La cita preanestésica, que dura unos quince minutos, suele programarse entre las semanas 36 y 37 de amenorrea. La consulta comienza con una serie de preguntas sobre la historia de la anestesia y cualquier problema encontrado. El médico también hace balance de la historia clínica, la existencia de alergias… A continuación, realiza la exploración clínica, principalmente centrada en la espalda, en busca de posibles contraindicaciones para la epidural. El médico aprovecha para aportar información sobre esta técnica, aunque recuerda que no es obligatoria. Una vez más, acudir a la consulta preanestésica no significa necesariamente que desee una epidural. Es simplemente una garantía de seguridad adicional en caso de imprevistos el día de la entrega. La consulta finaliza con la prescripción de una valoración biológica estándar para detectar posibles problemas de coagulación sanguínea.

El ginecólogo obstetra

El ginecólogo obstetra puede asegurar el seguimiento del embarazo de la A a la Z o intervenir solo en el momento del parto si el seguimiento ha sido asegurado por una partera. En la clínica, incluso si todo va con normalidad, se llama sistemáticamente a un ginecólogo obstetra para que saque al bebé. En el hospital, cuando todo va bien, la matrona también procede con la expulsión. Se llama al ginecólogo obstetra solo si es necesario realizar una cesárea, utilizar instrumentos (fórceps, ventosas, etc.) o realizar una revisión uterina en caso de parto incompleto. Las futuras madres que deseen ser paridas por su ginecólogo obstetra deben inscribirse en el hospital de maternidad donde ejerce. Sin embargo, no se puede garantizar la asistencia al 100% el día de la entrega.

El pediatra

Este especialista en salud infantil a veces interviene incluso antes del parto si se detecta una anomalía fetal durante el embarazo o si una enfermedad genética requiere un seguimiento especial.

Incluso si un pediatra está sistemáticamente de guardia en la unidad de maternidad, no está presente en la sala de partos si todo va con normalidad. Son la partera y el asistente de cuidado de niños quienes brindan los primeros auxilios y aseguran el buen estado del recién nacido.

Por otro lado, todos los bebés deben ser examinados al menos una vez por un pediatra antes de regresar a casa. Este último registra sus observaciones en su historia clínica y las transmite al mismo tiempo a los servicios de protección maternoinfantil (PMI) en forma de un certificado de salud denominado “octavo día”.

Durante este examen clínico, el pediatra mide y pesa al bebé. Controla su frecuencia cardíaca y respiración, palpa su estómago, clavículas, cuello, examina sus genitales y fontanelas. También revisa su vista, asegura la ausencia de dislocación congénita de la cadera, monitorea la curación adecuada del cordón umbilical ... Finalmente, realiza un examen neurológico probando la presencia de los llamados reflejos arcaicos: el bebé agarra el dedo que ' se lo damos, giramos la cabeza y abrimos la boca cuando le rozamos la mejilla o los labios, hacemos movimientos de caminar con las piernas…

Enfermeras de párvulos y auxiliares de puericultura

Las enfermeras de párvulos son enfermeras o parteras certificadas por el estado que han completado una especialización de un año en cuidado infantil. Los auxiliares de puericultura, titulares de un diploma estatal, trabajan bajo la responsabilidad de una partera o una enfermera de párvulos.

Las enfermeras de recién nacidos no están presentes sistemáticamente en la sala de partos. La mayoría de las veces, se llaman solo si la condición del recién nacido lo requiere. En muchas estructuras, son las parteras las que realizan los primeros exámenes de salud del bebé y brindan los primeros auxilios, asistidas por un asistente de cuidado infantil.

 

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