Estilo perrito: una posición clásica de kamasutra

Estilo perrito: una posición clásica de kamasutra

El estilo perrito es una de las posiciones sexuales más famosas del Kamasutra. Algunos lo culpan por su lado demasiado animal y su falta de intimidad entre socios. ¿Cómo obtener placer, tanto para hombres como para mujeres, practicando el estilo perrito?

¿Qué es el estilo perrito?

El estilo perrito es una de las posiciones sexuales más famosas. Como el misionero o el Amazonas, es uno de los grandes clásicos del Kamasutra. La mujer está de rodillas, apoyada sobre las manos o los antebrazos, y el hombre, también de rodillas, la penetra por detrás sujetándola por las caderas. Esta posición se adapta tanto a la penetración vaginal como anal. Se ofrecen varias explicaciones, pero la leyenda cuenta que deriva su nombre de la hembra del galgo, un perro que tiene la particularidad de tener las patas delanteras más cortas que las traseras.

¿Cuáles son las ventajas de este puesto?

Si te gustan las posiciones donde la penetración es relativamente profunda, el estilo perrito puede ser para ti. También permite adaptar el ritmo según los deseos de los dos socios. Debido a su estabilidad, el estilo perrito se puede practicar durante un tiempo relativamente largo, variando los ritmos y las fases de aceleración. En efecto, según el ángulo de inclinación y la velocidad, el estilo perrito permite al hombre poder variar la intensidad de los movimientos y la penetración. Finalmente, como todas las posiciones de espalda, el estilo perrito no te permite ver a tu pareja. Sin embargo, esta distancia relativa puede permitir que algunas personas tímidas se sientan mejor y tengan más éxito en soltarse durante las relaciones sexuales. Sentirse menos “observado” puede ser liberador y dar rienda suelta a sus emociones y expresiones.

¿Por qué a algunas personas no les gusta el estilo perrito?

El estilo perrito se asocia a menudo con una posición en la que el hombre "domina" a la mujer, debido a la influencia que tiene en sus movimientos, y su posición "por encima" de la mujer. A veces también es criticado por ser demasiado bestial, debido a su similitud con las posiciones sexuales de los animales. Sin embargo, no hay ninguna correlación: amar el estilo perrito no significa que te guste ser dominado, ni que seas sumiso con tu pareja. El otro inconveniente que a veces se critica por esta posición sexual es la falta de proximidad e intimidad entre los socios. Dado que la mujer está de espaldas, de hecho no es posible verla y presenciar las expresiones en su rostro. También es difícil para la pareja besarse o abrazarse. Así, algunos reprochan al galgo su lado demasiado “salvaje”, desprovisto de contacto. Sin embargo, es posible hacer variaciones en la posición, para que se adapte a todos los deseos.

Cómo divertirse con estilo perrito

A pesar de las apariencias, la mujer tiene mucho control al estilo perrito. Variando su inclinación, el espaciamiento de sus patas o el arco de su espalda, es ella quien decide el ángulo de penetración y la profundidad. Así, el estilo perrito puede permitir estimular su punto G con bastante facilidad, levantándose o inclinándose más o menos. Asimismo, esta posición permite al hombre, que tiene las manos libres, acariciar el clítoris al mismo tiempo que se realiza la penetración. Esta doble estimulación te permite conseguir sensaciones intensas a tu pareja. También puede optar por acariciar sus senos, glúteos o riñones, mientras continúa moviéndose hacia adelante y hacia atrás. Por su parte, la mujer también puede, con una mano, masturbarse durante el coito, para estimular su clítoris y aumentar su placer.

Las diferentes variaciones para cambiar la posición.

Al igual que el misionero, el estilo perrito es una posición básica que se puede variar fácilmente. La mujer puede, por ejemplo, apoyarse en los antebrazos en lugar de las manos, para inclinar más la espalda y así tener una penetración más profunda e intensa. Por el contrario, puede levantar el busto y apoyarse solo en las piernas, y venir a hacer un clinch con su pareja. Esta variante permite aportar una dimensión más íntima al puesto, debido al contacto privilegiado entre los bustos. Asimismo, permite a las parejas intercambiar besos y caricias más intensas sobre los senos o el clítoris. El hombre también puede llevar los tobillos de su compañero hasta levantarlo: esta posición se llama carretilla. Sin embargo, esta variación requiere más destreza y es menos fácil de mantener con el tiempo. Finalmente, es bastante posible integrar un vibrador al estilo perrito, para poder variar las formas de penetración.

Deje un comentario