“Abrazos faciales” y otros hechos sorprendentes sobre los abrazos

Abrazamos a amigos y colegas agradables, niños y padres, seres queridos y mascotas adoradas… Este tipo de contacto juega un papel importante en nuestras vidas. ¿Cuánto sabemos de él? Para el día internacional de los abrazos el 21 de enero: hechos científicos inesperados del biopsicólogo Sebastian Ocklenburg.

El Día Internacional del Abrazo es una festividad que se celebra en muchos países el 21 de enero. Y también el 4 de diciembre… y algunas veces más al año. Quizás cuanto más a menudo, mejor, porque los “abrazos” tienen un efecto beneficioso sobre nuestro estado de ánimo y condición. En principio, cada uno de nosotros podría ver esto más de una vez: una persona necesita un contacto humano cálido desde la primera infancia hasta el final de su vida.

Cuando no tenemos a nadie a quien abrazar, nos sentimos tristes y solos. Utilizando un enfoque científico, neurocientíficos y psicólogos han examinado los abrazos y han demostrado sus indudables beneficios, así como también han estudiado su historia e incluso su duración. El biopsicólogo e investigador del cerebro Sebastian Ocklenburg ha enumerado cinco hechos muy interesantes y, por supuesto, estrictamente científicos sobre los abrazos.

1. Cuanto dura

Un estudio realizado por Emesi Nagy de la Universidad de Dundee incluyó un análisis de 188 abrazos espontáneos entre atletas y sus entrenadores, competidores y fanáticos durante los Juegos Olímpicos de Verano de 2008. Según los científicos, en promedio duraron 3,17 segundos y no dependieron ni de la combinación de género ni de la nacionalidad de la pareja.

2. Las personas se han estado abrazando durante miles de años.

Por supuesto, nadie sabe exactamente cuándo sucedió esto por primera vez. Pero sabemos que abrazar ha estado en el repertorio de comportamiento humano durante al menos unos miles de años. En 2007, un equipo de arqueólogos descubrió a los llamados Amantes de Valdaro en una tumba neolítica cerca de Mantua, Italia.

Los amantes son un par de esqueletos humanos que yacen abrazados. Los científicos han determinado que tienen aproximadamente 6000 años, por lo que sabemos que ya en el Neolítico las personas se abrazaban.

3. La mayoría de las personas abrazan con la mano derecha, pero depende de nuestras emociones.

Como regla general, dirigimos el abrazo con una mano. Un estudio alemán, en coautoría de Ocklenburg, analizó si la mano de la mayoría de las personas es dominante, derecha o izquierda. Psicólogos observaron a parejas en las salas de llegadas y salidas de aeropuertos internacionales y analizaron videos de voluntarios vendándose los ojos y permitiendo que extraños los abrazaran en la calle.

Resultó que, en general, la mayoría de la gente lo hace con la mano derecha. Esto lo hizo el 92% de las personas en una situación emocionalmente neutra, cuando extraños abrazaron a una persona con los ojos vendados. Sin embargo, en momentos más emotivos, es decir, cuando los amigos y la pareja se encuentran en el aeropuerto, solo alrededor del 81% de las personas realizan este movimiento con la mano derecha.

Dado que el hemisferio izquierdo del cerebro controla la mitad derecha del cuerpo y viceversa, se cree que el cambio a la izquierda en los abrazos está asociado con una mayor participación del hemisferio derecho del cerebro en los procesos emocionales.

4. Los abrazos ayudan a controlar el estrés

Hablar en público es estresante para casi todos, pero abrazarse antes de subir al escenario puede ayudar a aliviar el estrés. Un estudio realizado en la Universidad de Carolina del Norte examinó cómo abrazar antes de un evento estresante redujo su impacto negativo en el cuerpo.

El proyecto probó dos grupos de parejas: en el primero, a los socios se les dio 10 minutos para tomarse de la mano y ver una película romántica, seguido de un abrazo de 20 segundos. En el segundo grupo, los socios simplemente descansaban en silencio, sin tocarse.

Después de eso, una persona de cada pareja tuvo que participar en una actuación pública muy tensa. Al mismo tiempo, se midieron su presión arterial y frecuencia cardíaca. ¿Cuáles son los resultados?

Las personas que se acurrucaron con sus parejas antes de la situación estresante tuvieron lecturas de presión arterial y frecuencia cardíaca significativamente más bajas que aquellas que no tuvieron contacto físico con sus parejas antes de hablar en público. Por lo tanto, podemos concluir que los abrazos conducen a una disminución de la reacción ante eventos estresantes y pueden contribuir al mantenimiento de la salud cardiovascular.

5. No solo las personas lo hacen

Los humanos abrazan mucho en comparación con la mayoría de los animales. Sin embargo, ciertamente no somos los únicos que usamos este tipo de contacto físico para transmitir un significado social o emocional.

Un estudio realizado por científicos de la Universidad Internacional de Florida examinó el abrazo del mono araña colombiano, una especie de mono muy social que se encuentra en los bosques de Colombia y Panamá. Descubrieron que, a diferencia de los humanos, el mono no tenía uno, sino dos tipos diferentes de acción en su arsenal: "abrazos en la cara" y regulares.

Lo habitual era como en los humanos: dos monos se abrazaban y ponían la cabeza sobre los hombros del compañero. Pero en el “abrazo de la cara” no participaron las manos. La mayoría de los monos se abrazaron la cara, solo frotando sus mejillas entre sí.

Curiosamente, al igual que los humanos, los monos tenían su propio lado preferido para abrazar: el 80% prefería acurrucarse con la mano izquierda. Muchos de los que tienen mascotas dirán que tanto los gatos como los perros son muy buenos abrazando.

Quizás los humanos les enseñamos eso. Sin embargo, el hecho es que este tipo de contacto físico a veces transmite emociones mejor que cualquier palabra y ayuda a apoyar y calmar, mostrar cercanía y amor, o simplemente mostrar una actitud amable.


Sobre el autor: Sebastian Ocklenburg es biopsicólogo.

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