Psicología

El sexo se vuelve aburrido si lo hacemos de la misma manera de vez en cuando. Pero nuestro cuerpo está lleno de muchos secretos, solo tienes que mostrar curiosidad. ¿Cómo descubrir las fuentes del placer oculto?

Nuestro cuerpo es sensible al tacto, y aquí cada uno tiene sus propias preferencias: lo que excita a uno puede actuar como una llave de paso para otro. Cuando hablamos de zonas erógenas, nos vienen a la mente las más obvias: senos, clítoris, punto G, pene.

Pero hay muchos otros lugares que no son tan ricos en terminaciones nerviosas, pero que pueden despertarse mediante una estimulación hábil, como los párpados, los codos, el estómago y la cabeza. Si nos tomamos el tiempo para explorar nuestro cuerpo y el cuerpo de una pareja, podemos descubrir fuentes de placer de las que ni siquiera éramos conscientes.

Cerebro

Aunque no solemos pensar en ello como tal, de hecho el cerebro es una de las zonas erógenas más grandes. Conecta sensaciones físicas con sensaciones auditivas y visuales, y como resultado nace el placer.

Nos excita el roce de la piel, las caricias ligeras y los besos. Pero la emoción surge no solo cuando nosotros mismos la sentimos, sino también cuando miramos de lado. Psicofisiólogos de la Universidad de Notenburg (Suecia) descubrieron que el cerebro no hace ninguna diferencia entre experimentar hacer el amor y ver a otros hacer el amor.

El cuello, el área de la clavícula y la parte posterior de la cabeza también son muy sensibles, tanto en hombres como en mujeres.

Esta característica del cerebro se puede utilizar durante los juegos previos: ver pornografía y erotismo puede alimentar el deseo. Trate de observar toques en diferentes partes del cuerpo y repítalos junto con un compañero. Sentirás como los receptores de tu piel se despiertan y empiezan a reaccionar de forma más brusca.

Ojos

El contacto visual prolongado puede alimentar el deseo y crear tensión sexual entre las parejas. Cuando estamos excitados, las pupilas se dilatan y esto nos hace más atractivos para el sexo opuesto. Cuanto más largo sea el contacto visual, más fuerte sentiremos la conexión íntima.

labios

Un beso actúa como una droga: es como si nos hubieran inyectado todo un cóctel de hormonas y neurotransmisores en nuestro cuerpo y cerebro. Los labios son la zona erógena más accesible. Una gran cantidad de terminaciones nerviosas los hacen 100 veces más sensibles que los dedos.

Muchos se emocionan con el toque de los labios en los párpados, las cejas, las sienes, los hombros, las palmas de las manos y el cabello. El cuello, el área de la clavícula y la parte posterior de la cabeza también son muy sensibles, tanto en hombres como en mujeres. Se pueden estimular con los labios, la lengua o los dedos.

orgasmos profundos

Todo el mundo ha oído hablar del orgasmo vaginal y del clítoris; de hecho, estos son todos un solo orgasmo, solo diferentes zonas de estimulación para lograrlo. Quienes practican el sexo tántrico distinguen otro tipo de orgasmo: cervical o uterino.

Según sus descripciones, surge de la estimulación del cuello uterino y recorre todo el cuerpo, extendiéndose sobre él en oleadas de placer. A diferencia de lo habitual, puede durar hasta varias horas. Se puede lograr tanto durante el sexo con penetración como con el uso de juguetes sexuales.

Mapeo corporal

Esta técnica ayuda a encontrar zonas erógenas ocultas o latentes. Los compañeros tocan suavemente todas las partes del cuerpo del otro y observan la reacción. Esto ayuda a determinar en qué áreas el toque provoca más excitación. Se necesita algo de tiempo para lograr el efecto: las diferentes zonas pueden despertarse de manera desigual.

Recuerda: tu cuerpo es capaz de más sensualidad de lo que crees.

La terapia sexual también utiliza la técnica de enfoque de sensaciones, en la que los socios se estudian entre sí para encontrar áreas de máxima sensibilidad erótica. Uno de los socios se sienta con la espalda contra el pecho del otro. La tarea de la persona sentada al frente es relajarse y concentrarse en la respiración. El de atrás, con suaves toques de los dedos, explora su cuerpo. Luego cambian de lugar. También puedes hacerlo frente a un espejo.

Piernas

Los pies, los tobillos y las rodillas pueden ser un objeto maravilloso para los juegos previos de amor. Las terminaciones nerviosas que se encuentran en estos lugares pasan directamente a través de las principales zonas erógenas: la vagina, el pene, la vagina y la próstata. Por tanto, su estimulación puede servir como un buen “calentamiento”.

Recuerda: tu cuerpo es capaz de más sensualidad de lo que crees. Las terminaciones nerviosas en varios lugares pueden convertirse en una fuente de placer sexual. Que seas capaz de encontrar literalmente los puntos más maleables depende de tu deseo de liberarte y experimentar.


Acerca de la experta: Samantha Evans es experta en salud sexual y fundadora de JoDivine, una empresa que se especializa en la producción de productos eróticos.

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