Desde el punto de vista del qigong, cualquier sobreesfuerzo emocional provoca un espasmo de los canales de energía que conectan la superficie del cuerpo con los órganos internos, o incluso los bloquea por completo. Se produce el bloqueo del canal, lo que crea un obstáculo para la circulación del qi y surge la enfermedad. Se forma un estancamiento de qi en esta área, que, a su vez, conduce al estancamiento de la sangre. El cuerpo no recibe suficiente energía y nutrientes. Hay cambios funcionales en el órgano y luego orgánicos.
El movimiento del qi y la sangre se puede comparar con el movimiento del agua en un río. Cuando está estancada, la calidad del agua se deteriora, tiene mal olor. Además, a temperaturas de 20 grados o más, este entorno es adecuado para las bacterias. Del mismo modo, en los seres humanos, la causa de muchas enfermedades, según esta teoría, no son los virus y las bacterias (aparecen allí más tarde), sino el estancamiento del qi.
Un desequilibrio de cualquiera de los elementos del cuerpo humano conduce a violaciones de sus funciones. Se cree que el exceso de determinadas emociones está directamente relacionado con el daño a determinados órganos: