El asombroso arte del equilibrio de Michael Grub

La creación de tales instalaciones se basa en una combinación de momentos físicos y psicológicos.

Por un lado, hay que recordar: el equilibrio requiere un mínimo de tres puntos de contacto. Al respecto, Michael explica: “Afortunadamente, cada piedra tiene depresiones, grandes y pequeñas, que actúan como un trípode natural, de modo que la piedra puede mantenerse erguida o interactuar con otras piedras”.

Por otro lado, el escultor necesita una inmersión profunda en sí mismo, el deseo de “conocer” la piedra, la capacidad de escuchar y oír la Naturaleza.

Michael admite que para él también es una forma de pasar el tiempo sin consumo, en el que ve uno de los principales problemas de la sociedad moderna. “Me gustaría enfatizar la idea de que somos creadores de nuestra propia realidad, no consumidores pasivos”, dice Michael.

Otro aspecto de este proceso no es fácil de explicar: aquí es importante tener no solo paciencia, sino también paz interior, y también psicológicamente estar preparado para el hecho de que en cualquier momento tu escultura pueda colapsar. Esto enseña a superar cualquier duda y buscar la armonía, tanto dentro de uno mismo como en armonía con el mundo de la Naturaleza.

Michael dice: “Cuando la gente mira mi trabajo, hay un efecto de creación mutua. El público recibe la energía de los jardines de piedra que he creado, pero al mismo tiempo el interés de la gente alimenta mi creatividad”.

Toquemos también el asombroso e inspirador arte del equilibrio creado por las manos de Michael Grub

 

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