La importancia del tacto

Una extensa investigación en el Instituto de Investigación de la Universidad de Miami ha demostrado que el contacto humano tiene poderosos efectos positivos a nivel físico y emocional en personas de todas las edades. En experimentos, se ha demostrado que el tacto reduce el dolor, mejora la función pulmonar, reduce los niveles de glucosa en sangre, mejora la función inmunológica y promueve el crecimiento en niños pequeños. Bebés Los recién nacidos a los que se les dan toques suaves y afectuosos ganan masa más rápido y muestran un mejor desarrollo de la psique y las habilidades motoras. Los toques en la espalda y las piernas suelen tener un efecto calmante en los bebés. Al mismo tiempo, tocar la cara, el estómago y los pies, por el contrario, excitar. En una etapa muy temprana de la vida, el tacto es la base fundamental de la relación entre padres e hijos. Prejuicios sociales Los adolescentes y los adultos necesitan tocar tanto, pero a menudo se enfrentan a normas sociales tácitas. ¿Con qué frecuencia dudamos entre un apretón de manos y un abrazo al saludar a un amigo, colega o conocido? Tal vez la razón sea que los adultos tienden a equiparar el tacto con la sexualidad. Para encontrar un punto dulce socialmente aceptable, intente tocar el brazo o el hombro de su amigo mientras habla. Esto te permitirá establecer un contacto táctil entre ambos y hacer que el ambiente sea más de confianza. Desde el punto de vista de la física. Investigadores de la Universidad de Miami encontraron que el toque de presión suave estimula el nervio craneal, lo que ralentiza el ritmo cardíaco y reduce la presión arterial. Todo esto provoca un estado en el que la persona se encuentra relajada, pero más atenta. Además, el tacto mejora la función inmunológica y reduce la producción de la hormona del estrés. El personal médico y los estudiantes participantes que recibieron un masaje diario de 15 minutos durante un mes mostraron una mayor concentración y desempeño durante las pruebas. Agresión Existe alguna evidencia de que la agresión y la violencia entre los niños está asociada con la falta de interacción táctil en el niño. Dos estudios independientes encontraron que los niños franceses que recibieron mucho contacto táctil de sus padres y compañeros eran menos agresivos que los niños estadounidenses. Estos últimos experimentaron menos contacto con sus padres. Notaron la necesidad de tocarse, por ejemplo, retorciendo su cabello alrededor de sus dedos. Jubilados Las personas mayores reciben la menor cantidad de sensaciones táctiles que cualquier otro grupo de edad. Sin embargo, muchas personas mayores son más propensas que otras a aceptar las caricias y el afecto de sus hijos y nietos, y también están más dispuestas a compartirlo.

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